El plan de partido anticipado por Arrasate pasaba por llevar al Barcelona al límite de su paciencia y de su resistencia. Apretarle, obstaculizarle los caminos, esconderle el balón, que se sintiera tan incómodo como vulnerable. Y salió bien; pero superado el primer paso quedaba por ver como resolvía Osasuna esa situación en su beneficio. Y ahí llegó el problema. Puesto contra las cuerdas tras recibir un gol en el minuto 5 y sufrir la expulsión de Lewandowski a la media hora, el equipo de Xavi Hernández no se tambaleó en ningún momento, resistió como lo haría un candidato a la permanencia y resolvió con la contundencia de un aspirante a campeón.

Podría decirse tras analizar el desarrollo del juego que este Barça no tiene límites, ni para bien ni para mal; que frente a un Osasuna que de principio a fin fue fiel al guión, encontró la salida gracias a la calidad que atesoran sus jugadores. Porque cuando tienes en el campo a De Jong, a Pedri, a Rafinha, a Ferrán Torres y a Ter Stegen no echas en falta a nadie y la superioridad numérica del rival se compensa con la ocupación del campo y el manejo del balón. Esa hora de diez contra once le vino a Osasuna grande; el cambio de papeles, el asumir la carga del juego, el pasar a ser dominante, todo eso no fue capaz de digerirlo el cuadro de Arrasate, que volvió del descanso como el estudiante que se examina ante un tribunal y sabe que no va a comparecer el profesor que pone los suspensos, y que llegó al final de la noche tan metido en su nuevo papel de aspirante a todo que se jugó la suerte del partido a cara o cruz y le acabaron robando la moneda lanzada al aire.

Aimar sortea adversarios con su natural descaro.

Aimar sortea adversarios con su natural descaro. Bergasa / Montero

Después del mar cuerpo que deja esta derrota, habría que preguntarse si Osasuna respondió a las expectativas actuales o debió acogerse a los postulados que aconsejan tomar precauciones en esas circunstancias. Yo creo que el equipo respondió a lo que demanda su posición en la Liga, actuó con ambición y su comportamiento –el no tomar más precauciones, el meter cambios que llenaran el área del rival– fue siempre desafiante y descarado. Para qué conformarte con un punto si puedes conseguir tres. Ese postrero gol de Rafinha no castiga la ambición de Osasuna porque hay derrotas que no son un castigo y esta es una de ellas. ¿Pone el desenlace límite a las aspiraciones y metas de Osasuna? Para nada. Más que detenerse en repasar esta derrota, hay que pasar revista a lo que han deparado estas catorce primeras jornadas de un Campeonato atípico; un tramo de competición en el que los rojillos han superado de largo cualquier tipo de pronóstico. Su comportamiento ayer en la primera media hora con las fuerzas equilibradas fue la de un equipo que mira a los ojos a cualquier rival y que a su innata intensidad ha sumado la capacidad para hacerse importante con el balón y exprimir las facetas del juego en las que más sobresale como las acciones a pelota parada.

No pudo ser; la hinchada quería llevarse a este largo entretiempo el regusto de una victoria de tronío y un recorte de la clasificación en el bolsillo. Pero a cambio, conservará la imagen de un Osasuna que no se pone límites, que compite sin atarse a viejos complejos y al que ojalá este frenazo le refuerce aún más en sus convicciones.

Confidencial

Garci apuesta por Arrasate para el Atlético. El oscarizado director de cine José Luis Garci, reconocido hincha del Atlético de Madrid y hombre muy versado en los deportes, ha apostado públicamente por Jagoba Arrasate como su candidato para sustituir a Simeone en el banquillo colchonero, relevo que no intuye inmediato.