La plantilla ha realizado esta mañana un entrenamiento de recuperación como corresponde a la sesión de trabajo a dos días del partido. Los futbolistas se han limitado a realizar unos ejercicios de calentamiento y ha disputar encuentros de fútbol tenis y e han retirado al interior de las instalaciones de Tajonar. No ha participado con el grupo Lucas Torró, que ha estado ejercitándose después con uno de los readaptadores. Aimar Oroz se ha ejercitado por su cuenta, al igual que Rubén Peña, que aumenta la intensidad del trabajo y trasmite buenas sensaciones en cuanto a su incorporación al grupo. Nacho Vidal no estuvo en los campos.

Las circunstancias de la semana han marcado los planes del entrenador, porque sancionado Abde por la doble amarilla vista ante el Espanyol tras no ser atendidas las alegaciones del club, y en condiciones Lucas Torró tras el golpe recibido en el mismo partido –el centrocampista se ha venido entrenando con normalidad estos días y solo esquivó el trabajo en el partidillo del jueves para no interferir en su restablecimiento–, Arrasate tiene pocas dudas para conformar la convocatoria –van a ir a Valladolid los jugadores sanos y ni sancionados– y tampoco probablemente muchas para definir la alineación. Sin Abde, el jugador con más perfil ofensivo para desempeñarse por la banda izquierda es Kike Barja. El extremo de Noáin ha respondido en los encuentros en los que el técnico ha confiado en él y, salvo planteamiento táctico en contra con algún futbolista distinto, se presenta como principal candidato.

Habrá que esperar hasta que punto los condicionantes del Valladolid pueden influir en los planes de Osasuna. El conjunto pucelano se ha reforzado con un ariete poderoso, el canadiense Cyle Larin –un tipo de 1,90 metros y 90 kilos–, y ha metido en la banda izquierda también a otro recién llegado en el mercado de invierno, el insistente y experto Darwin Machis. Las ayudas en esos dos ámbitos van a ser importantes.