Víctor Sánchez Salvador es uno de los rojillos que no va a poder estar en Bilbao presenciando el encuentro. El joven azagrés, de 24 años, hizo las maletas junto con su pareja, Carmen Ursúa, de 24, para vivir la experiencia de vivir y trabajar en el extranjero. Juntos llegaron a Killarney, un pueblo en el condado de Kerry, situado del suroeste de Irlanda, hace ocho meses.

Ella estudió Ingeniería de Organización Industrial y él tiene Grado Media de Administración, aunque ha trabajado en la carpintería de su padre, y a ambos les une la pasión por Osasuna. Llegaron a Irlanda sin alojamiento ni trabajo y en menos de una semana ya hicieron vida normal. Se marcharon al extranjero, reconoce Sánchez, por “querer vivir la experiencia en otro país, viviendo juntos y sacándonos las castañas nosotros solos, con el inglés, con vivienda y con trabajo. Irlanda nos llamó mucho la atención porque nos encantaba desde la distancia y al llegar vimos que era nuestro sitio, tanto por la gente como por lo bonito que es”.

Aunque llevan “bastante bien” el hecho de vivir fuera, Víctor admite el inicio fue “un poco difícil porque no conocíamos nada ni a nadie, pero tuvimos la suerte de encontrarnos con varios jóvenes españoles que también estaban aquí y a raíz de ahí todo se nos hizo mucho más fácil y fue todo rodado. Encontramos casa y trabajo y empezamos a vivir nuestra experiencia. Mi novia sí sabía inglés pero yo no tenía ni idea y después de 8 meses aquí ya estamos muy incrustados en la vida de aquí y estamos muy bien”. Aun así, no oculta que “anhelo mucho mi pueblo” y asegura que “pronto volveremos para quedarnos”. “Seguramente, si Osasuna pasa a la final, nos iremos ya de Irlanda porque no nos darán vacaciones y la final no me la voy a perder por nada del mundo”, añade entre risas.

Este aficionado afirma estar “tranquilo” en las horas previas del encuentro, “pero mi novia te dirá que llevo esperando este día como un esquizofrénico”, agrega, pero señala encontrarse ambos “ilusionados, con confianza, pero sobre todo con mucho orgullo de este equipo, porque pase lo que pase estaré orgulloso”.

Para hacer más amena la espera, “iremos a tomar unas cervezas” antes de regresar a casa “ponernos nuestras camisetas y ver el partido en la tablet”, asegura. Los vecinos no les supondrán ningún problema. “Aquí la gente es muy maja. Desde el primer día saben que mínimo un día a la semana hay gritos, lo entienden perfectamente y nunca me han dicho nada. Es más, conocí a un hombre del Liverpool y siempre que me ve me suelta un ‘Osasuna!’”, detalla.

Como en cada partido, juntos hacen un ritual. “Es una tontería pero siempre que juega Osasuna le hago decir a mi novia dos veces ‘Hoy gana Osasuna’, porque siempre que ella lo dice, gana. Lo vemos en casa siempre ya que aquí no se ve el partido en otro sitio”, desvela. Y sí, Carmen ya lleva una semana rezándolo.

Su sueño, finaliza, "es ver a mi hermano jugar en El Sadar". Mario Sánchez Salvador jugó en Osasuna desde cadete hasta División de Honor juvenil, luego pasó al Subiza y ahora se encuentra jugando en el Cirbonero, en Segunda RFEF.