Ante Budimir (Zenica, 22/7/1991) marcó ayer en 11 minutos el mismo número de goles, dos, que los que había anotado en todo el resto de la actual temporada. Lo hizo al aprovechar sendas asistencias de un estelar Kike Barja (Noáin, 1/4/1997), convirtiéndose ambos en protagonistas del fulgurante inicio de partido de un Osasuna que derrotó al Betis (3-2), pese a que el equipo de Pellegrini recortó distancias en dos ocasiones: primero por mediación de Juan Miranda (hizo el 2-1) y más tarde con un tanto de Guido Rodríguez (el definitivo 3-2, después de que Moncayola marcase el 3-1 al filo del descanso).

Destacó Arrasate en la rueda de prensa posterior al encuentro la actuación de ambos y recurrió a la teoría del ketchup, de la que ya había hecho uso antaño ante la falta de gol de su equipo, cuando le preguntaron por las dos dianas de Budimir. Explicó el técnico en su día, parafraseando a John Benjamin Toshack, exentrenador entre otros equipos de Real Sociedad y Real Madrid, que “esto es como el ketchup que no sale y, cuando sale, cae un chorro”. Y eso ocurrió ayer, porque el croata había marcado esta campaña contra el Espanyol en El Sadar (1-0) y en el RCDE Stadium (1-1), pero ante el Betis batió a Rui Silva con la zurda en el minuto 6 (1-0) y repitió cinco después con un fenomenal testarazo (2-0), en ambas ocasiones a pase de Kike Barja.

Budimir marcó por partida doble dos meses después de su último gol (no anotaba desde el pasado 4 de febrero, cuando adelantó a Osasuna contra el Espanyol en Cornellà), por lo que se mostró “contento por el trabajo que hemos hecho y también por tener la oportunidad de estar en buenas situaciones como delantero”. El croata destacó además estar feliz por haber conseguido la permanencia virtual y explicó que “a veces te toca trabajar y no tener ocasiones o no estar bien de cara al gol, pero son momentos y es obvio que cuando marcas todo el mundo alrededor está contento, aunque hay que saber gestionar los dos extremos”.