Osasuna, con la temporada a punto de vencer, afronta las últimas jornadas de campeonato con la posibilidad de entrar en Europa, en lo que podría ser el adiós de tres jugadores cuyo futuro parece bien distinto.

Como cada año a estas alturas, la afición empieza a hablar de entradas y salidas de cara al verano que llega. Las finalizaciones de contratos también es otro de los temas más recurrentes a la hora de pedir una ampliación o de ver con buenos ojos el fin del mismo por diferentes razones.

El equipo que dirige Jagoba Arrasate realizó la última renovación hace apenas un mes. El serbio Darko Brasanac continuará en Pamplona un curso más después de que el club, en una muestra de cariño y respeto, concediera al mediocampista la posibilidad de seguir jugando hasta el 30 de junio de 2024 tras lesionarse de gravedad el 8 de abril ante el Elche.

El exjugador del Betis se rompió el ligamento cruzado y menisco externo, por lo que no jugará hasta el próximo año. Fue un gesto aplaudido y celebrado por toda la parroquia rojilla, que otorgó toda su confianza en un futbolista de equipo.

Los siguientes en saltar a la palestra son Manu Sánchez, Abde y Aridane. Los tres terminan su relación con Osasuna el próximo 30 de junio. Todos ellos han sido importantes durante este año, por lo que se han ganado poder exigir su continuidad, aunque sus situaciones son bien dispares.

El Atlético de Madrid aceptó el pasado verano la tercera cesión consecutiva de Manu Sánchez en El Sadar. Esta no contemplaba opción de compra, por lo que el lateral izquierdo regresará a la capital para realizar la pretemporada con el primer equipo.

Siempre ha mostrado plena satisfacción por su estancia en Navarra y la alta competencia en la platilla del Cholo Simeone hace que una cuarta etapa sea posible. La entidad colchonera renovó al defensa hasta 2027 el pasado julio, por lo que ahí dejó claro que cree en su canterano. Habrá que ver si la dirección deportiva osasunista realiza una nueva intentona por retener al joven de 22 años.

El siguiente futbolista parece que, a priori, tiene imposible seguir en la capital navarra. Ez Abde aterrizó en Tajonar con el cartel de joven prometedor tras debutar el año pasado con el Barcelona. Varios equipos les siguieron la pista, pero el marroquí se decantó por probar suerte en la ciudad de los Sanfermines.

Su velocidad y desborde le han hecho triunfar como rojillo. Se ha hecho con el cartel de jugador más desequilibrante y sus actuaciones en la Copa del Rey no han pasado desapercibidas. Su participación en el Mundial de Catar hizo que muchas entidades pusieran su objetivo en él.

Los culés, que renovaron al extremo hasta 2026 con una cláusula de 200 millones, podrían aprovechar las capacidades adquiridas durante su periplo vestido de rojo. Otra de las opciones es venderlo por una buena cantidad de dinero que aliviaría las dañadas arcas blaugranas. Su juventud (21 años) y su capacidad de progresión podrían favorecer una nueva cesión a Osasuna, algo que no obstante se antoja complicado.

En el caso de Aridane Hernández, la situación cambia. El central canario lleva en Osasuna seis temporadas, tiempo en el que ha creado un vínculo especial con la ciudad y el club. Jugó en segunda a las órdenes de Diego Martínez y Jagoba Arrasate antes de ascender a la élite.

Junto a David García ha formado un tándem durante las últimas campañas difícil de batir. El presente curso comenzó de suplente y muchos vieron por ello el momento de salir, pero con esfuerzo y dedicación consiguió darle la vuelta a la situación. Está finalizando como titular indiscutible en los choques relevantes como la final de Copa y el club seguro está valorando prolongarle el contrato. Su edad, 34 años, es el mayor inconveniente.