“No nos rendiremos, aupa Osasuna”, gritó Luis Sabalza, presidente del club navarro, segundos antes de prender la mecha del Chupinazo con el que comenzaron los Sanfermines de 2023. Y no lo dijo por decir, ya que la entidad tiene previsto recurrir ante la Audiencia Provincial de Navarra el auto del Juzgado de lo Mercantil que rechazó las medidas cautelares solicitadas por los rojillos de su exclusión de la próxima edición de la Conference League. Lo hará a principios de la próxima semana, todo ello al margen del recurso que también tiene previsto presentar ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) con el fin de que se revoque la decisión de la UEFA de dejarle fuera de cualquier competición europea durante una temporada.

De esta forma, se confirma que Osasuna quiere agotar todas las vías, incluida la judicial, a la que acudió incluso antes de que el Comité de Apelación de la UEFA refrendara el informe de sus dos técnicos que recomendaba la inelegibilidad del conjunto navarro como participante de la próxima edición de la Conference League por el caso de los amaños de la temporada 2013-2014.

Sin embargo, en la resolución del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pamplona, la magistrada aseguró que las alegaciones invocadas por el club rojillo en la demanda presentada el pasado 30 de junio no suponen una lesión del derecho a la competencia, justificando su decisión en que “la UEFA es una entidad privada que organiza una serie de competiciones que se regulan en su normativa” y en que la exclusión de Osasuna de la próxima edición de la Conference League “es, en principio, netamente deportiva y, salvo que afecte a un derecho –como el de la libre competencia– que orbite en la esfera del derecho mercantil, no puede ser examinada por un Juzgado de lo Mercantil”.

Osasuna no se conforma y ahora, con la respuesta de Apelación de la UEFA sobre la mesa –la petición de la cautelar se produjo antes–, va a apurar la vía judicial. Eso sí, sin olvidarse de la deportiva. Es decir, el TAS.