Es uno de los jugadores que tienen que ganarse un hueco en los planes de Vicente Moreno, y, pese a haber disputado el primer test veraniego de Osasuna ante los que hace nada eran sus excompañeros, Ander Yoldi no desaprovechó su oportunidad. Con dos goles anotados, se convirtió en uno de los protagonistas de la exigente sesión de entrenamiento. La realidad es que, renovado hasta 2026 al considerar que su ciclo en el Promesas había finalizado, Yoldi no tiene asegurado un puesto en la plantilla de Osasuna, pero sí un espejo en el que poder mirarse: Pablo Ibáñez.
Hace tres pretemporadas, el de Mutilva afrontó una situación similar a la que va a vivir el extremo en esta preparación estival. El buen hacer de Ibáñez en el Promesas le llevó a subir al primer equipo y afrontaba la pretemporada más especial de su carrera. No era sencillo, y en un principio parecía que no tendría hueco en los planes de Arrasate, pero a base de trabajo y entrega y de no dar un balón por perdido, este guerrero ganó la batalla y ahora comienza su tercera temporada como jugador del primer equipo.
Caminos similares
La hoja de ruta de Pablo Ibáñez y Ander Yoldi es similar. Ambos comenzaron a jugar a fútbol en las categorías inferiores de Osasuna, pero tuvieron que verse obligados a salir y emprender nuevos caminos. Ellos son dos claros ejemplos de que salir del fútbol base de la entidad rojilla no significa que se cierre una puerta, sino que se abre una ventana para llegar a la misma meta.
Uno el San Juan, otro el Pamplona, pero sus caminos se juntaron en la Mutilvera. A mitad del curso 2020/2021, Ibáñez hacía las maletas y cambiaba el Municipal Valle de Aranguren por las instalaciones de Tajonar, un viaje que realizaría el propio Yoldi a final de la misma campaña. Juntos, de nuevo compartirían vestuario, con tal mala fortuna para Ander que una lesión de ligamento cruzado ante el Arenas de Getxo le impediría disfrutar de una temporada que culminaría con el ascenso a Primera RFEF. Desde el club no quisieron forzar la recuperación del jugador, conscientes del pilar que podía llegar a ser en la categoría de bronce.
Al dejar de ser sub-23, Pablo Ibáñez se ganó la oportunidad de subir al primer equipo con un contrato de dos temporadas más una opcional en caso de cumplir una serie de objetivos en cuanto a partidos jugados –debía disputar al menos 45 minutos en 20 partidos de liga entre las dos temporadas–. Entre tanto, Yoldi batía récords en Primera RFEF.
Con sus tres goles ante el Calahorra en mayo del año pasado, el exjugador de la Mutilvera, que firmó siete dianas ese curso, se convirtió en el primer jugador en anotar un hat trick desde el banquillo, el jugador en conseguirlo en menos tiempo (10 minutos y 28 segundos), y el futbolista que menos tiempo ha estado en el campo para hacer tres goles en un mismo partido (12 minutos y 52 segundos). A su vez, el atacante rojillo cuenta con un registro que nadie le va a poder quitar, al ser el último jugador que anotó un tanto en la extinta Segunda División B. Con la renovación de la plantilla, Yoldi pasaba la temporada pasada a tener que ser uno de los líderes del filial, y sus doce goles no sólamente dieron prueba de ello, sino que le permitieron disponer de esta oportunidad.
El aval de Castillejo
De Ander Yoldi, autor de dos de los cinco goles de este sábado, el que hasta hace nada era su técnico, Santi Castillejo, señaló ante los medios al término de la sesión que “le conocemos todos. Yo digo que es un delantero camuflado en banda porque tiene mucho gol, mucha llegada, y hoy lo ha demostrado. Lo demostró el año pasado... no creo que hubiera un extremo con 12 goles el año pasado. Tiene que aprovechar su oportunidad, los entrenamientos y el entrenador decidirá. Te gana partidos y eso es un dato muy importante”.