Es raro que en la primera jornada de una competición tan larga como la Liga se puedan sacar conclusiones, pero del partido de Osasuna sí que se pueden extraer cosas, sin duda, mientras otras aún quedan en 'standby' esperando a ver cómo evoluciona el equipo de Vicente Moreno.
Hay una clara: las llaves del equipo tienen que estar en el bolsillo de Aimar Oroz. Y eso implica que el de Arazuri tiene que jugar por el centro. Nada de banda. El invento de Santi Denia en los Juegos no es lo que más le sirve a Aimar...ni a Osasuna. Además, es importante aprovechar que el canterano viene rodado, con un poquito más de chispa, porque es posible que con el poco descanso que ha tenido la temporada se le haga larga. Aimar disfrutó más estando en contacto con el balón, nada de en la banda esperando a que le llegue e intentando desbordar, que además no es uno de sus fuertes. Esperemos que Moreno se haya dado cuenta de esto, ya que el equipo fue totalmente diferente con él en la sala de máquinas.
La otra conclusión es que Bryan va a marcar diferencias. Lo hizo en la primera jornada y todo apunta a que lo va a hacer en muchas más. Qué pena que Soriano sacase una mano tremenda para arrebatarle el que habría sido el gol de la jornada sin ningún tipo de dudas.
La incertidumbre es la imagen ofrecida en la primera mitad. Horrible, totalmente irreconocible. Ese camino da mala espina, pero los propios protagonistas, con Vicente Moreno a la cabeza, ya hicieron autocrítica nada más acabar el partido. Así sea. Es la jornada uno y es normal que pasen estas cosas, pero cuantos menos inventos mejor.
Y luego, otra de las incertidumbres que deja este debut es ¿qué es mano? Digo, si es lo que era en algún momento de la última temporada, la jugada final es penalti a favor de Osasuna.
Es cierto que como yo creo que ni los propios árbitros saben cuándo tienen que pitar de tanto lío que les han metido, pues improvisan. Sorprende, eso sí, la velocidad de revisión del VAR. O eso, o tenían cena reservada y había que acabar el partido. Bastante incomprensible, pero bueno, esta incertidumbre no creo que la solucionemos en ningún momento de la temporada. Mientras tanto, Osasuna a lo suyo. A poner las llaves en manos de Aimar.