El Girona le invitó a la reflexión a Osasuna tras haber dejado en Motilivi la peor imagen en Primera en mucho tiempo. A los rojillos les mandaron al rincón de pensar después de haber sufrido una goleada incontestable, comportándose como un conjunto inofensivo y pqueño, y ofreciendo metros de comodidad y confort al Girona, que sigue jugando con la idea de siempre, aunque quizás le falte el vértigo del curso pasado. Una buena noticia para Osasuna. La única.
El equipo de Vicente Moreno fue precavido al principio, muy condescendiente ante un rival cargado con la fama del pasado curso, y con el paso de los minutos fue un conjunto desaparecido, sin capacidad para realizar una oposición a la altura de un encuentro de primer nivel. Y, así, lanzados por la pendiente, Osasuna pasó de ser un grupo con sus temores a exponer una fragilidad absoluta, que le llegó a colocar muy cerca del desastre –llevaba tres goles en contra con 40 minutos por delante–.
Osasuna le tiene que dar un repaso a lo que quiso hacer y, desde luego, no le salió, porque fue un conjunto desaparecido en ataque y de cristal en defensa. Se puede achacar a estos primeros compases de la temporada, a los dichosos ajustes, algunas cuestiones desatendidas en el juego e incluso la falta de un plan general más ambicioso, aunque cada uno va a por los puntos en plan hormiguita o a zarpazos como un león. El tamaño del resultado es lo que mete ruido y causa temor. En tres jornadas, a pesar de que para esto están los comienzos, se ha recogido mucha irregularidad, idas y venidas en el juego y en las sensaciones.
Castigo y palizón
Osasuna debía tener algún plan distinto al de sufrir, porque la primera mitad resultó un castigo y la segunda un palizón. Cediendo cada vez más metros ante su rival, persiguiendo futbolistas que eran multitud y balones en circulación que llegaban con demasiada profusión, se fueron escapando muchos minutos al principio sin apuros aparentes. Osasuna no dejó nunca de ofrecer su imagen de equipo precavido, cauto y respetuoso, también sin mucho interés sobre lo que pudiera suceder más allá del centro del campo. La estadística firmó que el primer centro de Osasuna sobre el área rival fue a los veinte minutos, por mediación de Juan Cruz. No pasó nada más. Precisamente por su banda izquierda, los rojillos se estaban mostrando muy accesibles porque Bryan, el de Osasuna, es hombre de poner mucha marcha adelante pero sin mirar por el retrovisor y si además no tiene balón que conducir, desaparece.
El otro Bryan, el del Girona, es un jugador conocido por su fútbol inquieto, vibrante en los últimos metros, con barullo y brega. Le avisó a Osasuna con un disparo que salvó Sergio Herrera con una gran intervención, y asaltó la portería rojilla con un remate acrobático tras recibir un pase del otro costado. Una acción que puso en jaque a toda la defensa porque hubo tiempo para pensar el centro y malicia para su ejecución. Las ganas de marcar también cuentan. El gol en contra llegó en un mal momento porque, a diez minutos del descanso, incluso un Osasuna arrinconado podía llegar a soñar con un empate sin goles y, tras el descanso, pesar en algo más. Abel Ruiz estuvo a punto de apagar los fuegos ilusorios en el descuento cuando entró como una flecha en el área y de cabeza mandó fuera, por muy poco.
La segunda parte fue una calamidad. Osasuna no tuvo posibilidad, tampoco había hecho ademán, de meterse en el partido y dos goles más en diez minutos –obra de Tsygankov y Abel Ruiz– le pusieron al borde del precipicio. Después de que Stuani regalara el cuarto gol ante un equipo desfigurado y desaparecido, en el minuto 94, Osasuna firmó su primer lanzamiento. Se marchó fuera. El 4-0 debe escocer. Mucho.
FICHA TÉCNICA
4 - Girona: Gazzaniga; Francés, David López, Blind, Miguel; Herrera (Romeu, min. 64), Iván Martín; Tsygankov (Portu, min. 81), Abel Ruiz (Asprilla, min. 74), Bryan (Van de Beek, min. 81); y Miovski (Stuani, min. 64).
0 - Osasuna: Sergio Herrera; Nacho Vidal, Catena, Herrando, Juan Cruz; Torró (Javi Martínez, min. 85), Moncayola (Rubén García, min. 59); Moi Gómez, Aimar (Ibáñez, min. 59), Bryan (Iker Benito, min. 68); y Budimir (Raúl, min. 58).
Goles: 1-0, min. 34: Bryan Gil. 2-0, min. 53: Tsygankov. 3-0, min. 56: Abel Ruiz. 4-0, min. 90: Stuani.
Árbitro: Hernández Maeso (comité extremeño). Sin amonestados.
Incidencias: partido de la tercera jornada de LaLiga EA Sports disputado en el Estadi de Montilivi ante 13.275 aficionados. Justo antes del comienzo del partido los locales Miguel Gutiérrez y Abel Ruiz y el visitante Aimar Oroz fueron homenajeados por la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París con la selección española.