Pocas veces un entrenador puede decir que un plan de partido le haya salido tan bien como el de Osasuna en el Reale Arena. Se acabó la racha negativa fuera de casa, sin duda el gran debe rojillo en este inicio de temporada.

No sabemos cuál fue explícitamente el mensaje del entrenador, pero seguramente soñó con un partido así. Osasuna aguantó el arreón inicial de la Real Sociedad hasta que apareció Bryan Zaragoza. El menudo extremo ejecutó a la perfección otra jugada de estrategia, como la jornada pasada, y, de nuevo, para que Torró abriese el marcador con un gran cabezazo. Las jugadas de estrategia de Osasuna están siendo marca de la casa del cuerpo técnico de Moreno y están dando muchísimos réditos.

Con ese gol, los rojillos siguieron el guion marcado al pie de la letra. Sólidos atrás y con un Sergio Herrera espléndido. El de Miranda de Ebro ya se merece abrir el debate de si estamos ante uno de los mejores porteros de la historia de Osasuna. Con sus cosas, como ganarse una amarilla tonta en la primera mitad, es un guardameta tremendo, de esos que gana puntos.

Mientras Sergio paraba, celebraba, reía y de todo, Bryan cogió otra bola y a campo abierto es como echarle gasolina al fuego. El extremo encontró a su socio Budimir y este la clavó cerquita del palo. 0-2 y aún pudo ser más si el VAR no hubiera entrado en el penalti favorable a los rojillos tras el roce de Aranburu a Boyomo. En honor a la verdad, el defensa local literalmente contactó de manera ligera sobre el rojillo. Es difícil que eso sea penalti, pero también que el VAR entre ya que no se aprecia un error evidente del colegiado ya que el contacto existe. Pero bueno, la decisión final no parece injusta. Como la que tomó al final del encuentro sobre otra acción muy parecida con Areso y Brais de protagonistas.

Tras el descanso Osasuna tuvo alguna intervención más de su portero, pero también Budimir acarició el doblete tras una inteligente acción de Aimar. Los cambios de Vicente Moreno reforzaron el panorama defensivo rojillo y así se cerró la primera victoria a domicilio, como estaba previsto en el plan del entrenador (aunque la roja final por protestar seguramente no la tenía en ese plan, no siempre sale todo como estaba previsto). 18 puntos, botín precioso que debe de aumentar el sábado contra el Valladolid para ya ponerse en unas cifras más que ilusionantes.