Juan Cruz no para de sonreír durante toda la entrevista. El nacimiento de su hijo copa su felicidad mientras sigue su proceso de recuperación de un fuerte traumatismo en la Copa. El lateral izquierdo se ha convertido desde su llegada a Osasuna en uno de los favoritos de la grada gracias a su actitud tanto dentro como fuera del campo. “Yo entreno todos los días como si tuviera que partirme el alma el domingo, luego si el míster cuenta conmigo, perfecto, pero si no tengo que dar el máximo desde fuera”, cuenta el defensa.

El defensa de Osasuna se encuentra inmerso en su proceso de recuperación y espera que este parón de selecciones le ayude para estar disponible cuanto antes. “Estoy mejor. Poco a poco, todavía tengo el dedo morado. Hoy (por el jueves) ya he podido salir al campo, he conseguido ponerme la bota, aunque voy con una protección en el dedo, pero bueno, poquito a poco. Además ahora tenemos el parón, que a mí me viene de lujo. Antes de la lesión me encontraba bien de forma, pero por suerte tenemos una plantilla muy completa y cuando uno no está disponible hay un compañero que lo está y va a estar al nivel”, comenta el defensa que hace pocos días fue de nuevo padre después de un lustro en Pamplona. “Me siento como en casa. Ya son 5 años aquí y cuando uno está cómodo en un sitio se nota y creo que yo lo demuestro que estoy a gusto. No solo en el club, la ciudad me encanta, si hasta me he comprado casa aquí. Me siento medio navarro y mi hijo es navarro del todo”.

El lateral se ausentó del partido de Copa para ver nacer a su hijo, algo bastante normal en la sociedad, pero que en el mundo del fútbol no lo es tanto aunque la lógica indique que el nacimiento de un hijo es más importante que un partido de fútbol. "Ahí tengo que agradecer también al míster y al club. No tuve ni que decir nada, ellos mismos fueron quienes me comentaron de quedarme. En el club saben que somos personas y al final ante un parto, el orden de las prioridades está claro, pero como digo no tuve ni que decirlo, el míster y el club me dieron todas las facilidades. Luego con el aplazamiento pude estar en el partido. Pero es que ver el nacimiento de mi hijo era lo más importante para mí”, afirma antes de confirmar que este gesto del club o el que ha tenido ahora con Vicente Moreno refrendan el dicho de que Osasuna es un club diferente. “Al final podemos decir con estas acciones que demostramos lo que se dice siempre de que esto es una familia. Por ejemplo ahora el míster necesitaba estar en su casa, como es lógico, y allí está. Yo quería ver nacer a mi hijo y allí estuve y sé que cualquier persona que dentro del club necesite algo, el club lo facilita. Ahí es donde mostramos que somos una familia y que eso es muy importante. Estos gestos son importantísimos. Yo con con qué alegría que puedo ir a entrenar al día siguiente después de haber visto nacer a mi hijo o incluso el míster sé que va a venir, pese a la desgracia que ha pasado, con las pilas más cargadas porque ha podido estar con su gente y creo que eso como bien dices refuerza nuestro compromiso porque es de valorar muchísimo”. Eso sí, reconoce que con la nueva paternidad le está tocando dormir menos. “Es lo que toca, pero es verdad que gracias mi mujer puedo descansar si tengo un partido al día siguiente. Ella intenta encargarse esa noche para que pueda estar bien y rendir en el partido. Pero estamos muy bien, muy contentos. Es una alegría y lo estamos disfrutando mucho”.

“Antes de fichar hablé con Nino y me dio un consejo que he seguido a rajatabla y estoy encantado”

Como demuestra con sus palabras, Juan Cruz está muy contento en Osasuna y no niega que le gustaría ampliar su contrato que termina en 2026 con el club. “Aquí, me siento como en casa. Estoy muy contento, mi familia también y ojalá sigamos así muchos años”. Incluso otea en el horizonte la posibilidad de ponerse el brazalete de capitán de Osasuna en algún partido. “Llevo aquí muchos años y claro que me haría ilusión. Creo que al fin y al cabo el club también mantiene un poco la hegemonía y el respeto a la gente que lleva aquí toda la vida, como pueden ser Unai, Kike, Monca. Nosotros valoramos todo dentro del vestuario. Hablamos muchísimo entre nosotros, pero la ilusión siempre está ahí. Ojalá al final yo siga aquí muchos años y si algún día me toca llevar el brazalete, lo haré encantado”, afirma con una sonrisa que no se le quita durante toda la entrevista.

Cuando fichó, allá por el 2020, el club presentaba a Juan Cruz como un lateral ofensivo, pero lo cierto es que en Pamplona se ha destapado como un jugador mucho más completo y, aunque ha tenido mejores y peores momentos, el defensa afirma que todo ha sido “como me imaginaba”. “Era lo que esperaba, cuando uno firma tiene esa ilusión por estar los máximos años posibles, lógicamente como bien te digo, ojalá esto siga mucho más yo aquí me encuentro espectacular”.

El consejo de Nino

Juan Cruz desvela que antes de fichar por Osasuna mantuvo una conversación con un compañero del Elche que estuvo en el club rojillo. “Yo cuando tenía la oferta pedí consejo a una persona que era importante para mí, y sigue siéndolo, que era Nino, que estuvo aquí. Él me aconsejó y creo que que acerté totalmente. Estaré siempre agradecido por su consejo y creo que que por él también estoy aquí. Nino es un fenómeno, es una persona a la que tengo mucho cariño y sobre todo mucho respeto de esos años que convivimos juntos en el Elche. Seguí lo que me dijo al pie de la letra y aquí estoy, encantado”.

Su vinculación con la grada casi ha sido perfecta desde los primeros meses de su estancia en Pamplona. Incluso se han hecho icónicas sus celebraciones cuando ha pasado momentos de jugar menos pero siempre ha sido el primero en llegar a celebrar un gol de sus compañeros, incluso de quien jugase en su misma posición. “Aquí me siento como en casa, creo que la gente honesta pega mucho conmigo. Al final soy un jugador de carácter, de entrega y eso aquí se valora muchísimo y me siento muy querido. Eso intento transmitirlo en el campo. Si puedo dar un puntito más lo voy a dar y por eso se produce la comunión que tenemos la afición y yo. Todo el mundo quiere jugar, pero sabemos que si el míster no te ha puesto será porque ve que en ese momento necesita otra cosa. Y hay que aportar como se pueda. Si en ese momento es con esa celebración, así lo haré”.

“No tuve ni que pedirle al club o al míster quedarme a ver el nacimiento de mi hijo, salió de ellos”

Sorprende la capacidad que tiene para rendir siempre que salta al campo, ya haya tenido más o menos continuidad en el equipo. El lateral asegura que es “el trabajo diario”. “Entreno todos los días como si tuviera que partirme el alma el domingo y si el míster me necesita ahí estaré y si no me necesita, será en otro momento y tengo que estar preparado. Pero cualquier compañero está preparado y eso es un buen motivo por lo que estamos ahí arriba”, comenta.

Más allá de su rendimiento en el campo, es fácil de entender la conexión que tiene con la grada en cuanto se charla varios minutos con él. “Aquí notas el respeto de la gente en la calle. Eso se agradece muchísimo, puedes estar con tu familia comiendo o dando un paseo que te van a respetar. Pero aún así se va a notar ese cariño, sobre todo de los más peques. También estamos siempre en los entrenamientos con gente y eso hace ilusión. Nosotros también tratamos de transmitir esa cercanía y ojalá podamos seguir haciéndolo. Joder, día a día viene gente ahí a vernos, ese apoyo, ese cariño, que se siente es muy importante para nosotros y no nos cuesta nada hacer feliz a un niño con una foto o un autógrafo”.

Situación cambiante

Juan Cruz tiene una filosofía muy cholista y, aunque no desmiente que en el vestuario hace ilusión mirar hacia arriba, no quiere ver más allá del Villarreal. “Estamos muy contentos. Es cierto que el otro día fue un varapalo gordo, pero bueno, al final son cosas que pueden pasar. Llevamos una línea de trabajo muy buena y nuestra idea es seguir así. La ilusión es buena, pero siempre con los pies en la tierra. Sabemos cuál es nuestro primer objetivo, vamos pasito a pasito. Sabemos que el próximo partido después de este parón es contra el Villarreal y eso es lo que tenemos en la cabeza, sin mirar más allá”. La eliminación de la previa de la Conference aún escuece y Juan Cruz es uno de los que le gustaría sacarse ese mal sabor de encima. “Al final es esa espinita que tenemos ahí, se nos escapó en el último momento, pero ojalá es una ilusión que tenemos todos. Sabemos que con el trabajo que estamos haciendo es una cosa que se puede conseguir y vamos a seguir trabajando para ello”.

“Si tengo a Bryan por delante, mejor que él lleve la pelota y yo le cubro las espaldas”

Un tema que destaca es lo bien que han empastado los jugadores con el entrenador. “Todos los técnicos tienen su metodología de trabajo, pero nos hemos adaptado bien, ahí están los resultados”.

Si por algo se ha caracterizado la estancia de Juan Cruz es por lo cambiante que ha sido todo. Esta temporada, aún, no ha tenido que actuar de central, pero sabe que lo puede hacer y no le incomoda para nada. “Tocará también estar preparado por si me toca. Ya sabe el míster que es una posición que me gusta también. Entonces, si me necesita ahí, sin problema”.

Otra de las cosas que siempre ha ido rotando es su acompañante en el lateral izquierdo. Primer pasó Manu Sánchez, luego Mojica y ahora Abel Bretones, con quien reconoce tener muy buena relación. “Es un chico que tiene unas grandes condiciones, además tengo una relación muy buena con él. Es un chaval que quiere aprender y mejorar. Siempre se deja dar consejos y creo que eso es muy importante. Al final somos gente más veterana, llevamos más años en esto y los jóvenes si escuchan creo que tienen una ventaja muy grande y creo que él es un chico que lo hace muy bien y ojalá lo podamos disfrutar mucho. Digamos que tienen bastante parecido su llegada y la mía. Ojalá esté aquí muchos años porque creo que es un chico que tiene mucho futuro. Yo estaré para ayudarle lo que pueda. Mi relación con él es muy buena y se deja aconsejar, se deja ayudar. Entonces intentaré ayudarle lo que pueda y yo sé que él va a ayudar muchísimo al equipo”, afirma el lateral.

También ha cambiado el extremo de su banda. Este año tiene a Bryan Zaragoza, un jugador que ha tenido un gran impacto desde su llegada, por lo que el defensa tiene claro cuál es su papel con él en el campo. “Depende del extremo que tenga, el míster te pide unas cosas u otras. Como siempre digo, zapatero a tus zapatos. Si Bryan puede llevar la pelota, mejor que la lleve él y yo ya me encargo de cubrirle las espaldas. Es un jugador muy desequilibrante, estamos encantados con él, ahora está con la selección. Espero que esté disfrutando y cuando vuelva va a seguir dando de que hablar”.