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Osasuna se rompe en Villarreal (4-2)

El equipo de Vicente Moreno completa una pésima primera parte en la que encaja tres goles y, siempre alejado de cualquier posibilidad en el marcador, da un paso atrás en sus aspiraciones

Fotos del Villarreal-OsasunaEFE

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Osasuna cedió en la carrera por participar en una competición europea la próxima temporada y recibió un severo correctivo en el campo del Villarreal, en donde nunca tuvo opciones de incidir en la historia del encuentro y en donde casi siempre estuvo a merced de su rival, rapidísimo en la toma de decisiones en los últimos metros, letal cada vez que encaraba la portería de Sergio Herrera. El marcador final, un par de goles de distancia en este cruce engañoso de guarismos sobre las alternativas en la contienda, (4-2), no sirve en ningún caso para maquillar el resultado, un asunto siempre alejado de las competencias de los rojillos, muy por debajo de las expectativas.

Si había algún plan para buscar los puntos en La Cerámica, alguna expresión mejor de la ambición del equipo en estos momentos de altura de miras clasificatorias, Osasuna no tuvo tiempo de enseñarlo. Los fallos defensivos rompieron al equipo, facilitaron una carnicería que lanzó al Villarreal hacia una distancia increíble, un pasaporte para la victoria en forma de tres goles. La mínima animación de la segunda parte, la comodidad del equipo de Marcelino para gobernar el partido, hizo que Osasuna rescatara sensaciones olvidadas en el primer acto y que apareciera en el marcador con un par de goles. El Villarreal sacó el mazo a pasear siempre que quiso y golpeó a Osasuna para no sufrir nunca por el resultado. Cómodo sin la pelota, dejando hacer, listo para asaltar el campo rival con esos futbolistas descomunales en el despliegue –Barry, Pepe y Gueye son una brutalidad–.

Los rojillos, que fallan en la primera de las cinco finales para colarse en Europa, disponen de jornadas como para engancharse de nuevo, siempre y cuando no haya un empeño por zanjar la historia de la temporada en encuentros similares al de La Cerámica. El equipo de Vicente Moreno se marchó de Villarreal ofreciendo una imagen de fragilidad impropia para un grupo que busca objetivos nuevos y reclama lo mejor de todo el mundo. Reinventado para jugar una competición continental después de sumar tres victorias consecutivas, los rojillos tienen el reto de demostrar que sí están hechos para retos mayores. Si pueden.

A Osasuna le duraron casi nada las posibilidades de lograr un buen resultado, quizás aguantaron un rato más las ilusiones, pero media hora como mucho. Con un gol en contra antes de los dos minutos, unos instantes de aparente recuperación, y un final de primera parte patas arriba, con dos dianas más en el macuto, los rojillos terminaron así la aventura en Villarreal. El minutaje del desastre no deja lugar a dudas. Al minuto con 44 segundos Ayoze marcaba tras un fallo coral de Osasuna –despeje blando y al centro, ausencia de presión en el eje, nula oposición después–; en el minuto 33, Barry hacía saltar la defensa con un gol a la carrera; y en el 39, Ayoze remataba esta vez en soledad desde le meollo del área.

Ficha técnica:

4 - Villarreal: Luiz Júnior; Kiko Femenía (Pau Navarro, min. 46), Foyth (Kambwala, min. 75), Costa, Cardona; Pépé, Parejo (Denis Suárez, min. 82), Comesaña, Gueye (Buchanan, min, 70); Barry (Álex Baena, min, 70) y Ayoze.

2 - Osasuna: Sergio Herrera; Areso (Barja, min. 88), Boyomo, Unai García (Iker Muñoz, min. 60), Herrando, Bretones; Torró, Moi Gómez (Bryan Zaragoza, min. 46), Aimar, Rubén García (Rubén Peña, min. 76) y Budimir (Raúl, min. 76).

Goles: 1-0, min 2: Ayoze. 2-0, min. 32: Barry. 3-0, min. 39: Ayoze. 3-1, min. 65: Rubén García. 4-1, min. 71: Pépé. 4-2, min. 81: Aimar, de penalti.

Árbitro: Quintero González (Comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Pau Navarro, Comesaña, Buchanan y Álex Baena por el Villarreal, y Areso y Vicente Moreno, entrenador, por Osasuna.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima cuarta jornada de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio de la Cerámica ante 17.147 espectadores.


Las novedades

Osasuna, que mantenía el sistema y daba el entrenador entrada en el once a Unai García y Moi Gómez como novedades –los dos no anduvieron finos–, no acertó a hacer casi nada antes del descanso. Bryan salió entonces al terreno para utilizar el argumento de la agitación en un equipo derrumbado. 

Liquidado, Comesaña lanzó al larguero en el primer minuto de la reanudación para advertir que podía suceder algo gordo si no se recuperaba la compostura. Rubén García, uno de los pocos rescatables del naufragio general, marcó mediado el segundo tiempo y a Osasuna, en un partido que nunca tuvo al alcance de la mano, le regresaron a la realidad con un nuevo tanto en contra, esta vez obra de Pepe. Nunca hubo nada que hacer, pero por si acaso, el Villarreal lo recordaba. Aimar apareció en el tramo final del partido para ponerse al equipo al hombro, inventar algunas jugadas de mérito –obligó al meta a estirarse en un disparo cruzado– y marcar de penalti después de que el VAR interpretara como pena máxima un pisotón a Rubén Peña. El desafío de mayo empieza con un equipo roto.