Osasuna-Alavés | Lío a pie de campo y en vestuarios tras el choque
Un rifirrafe entre Víctor y Antonio Blanco, el detonante
El partido que disputaron este sábado sábado Osasuna y Alavés en El Sadar acabó con lío a pie de campo entre jugadores e integrantes de los cuerpos técnicos de ambos equipos, un enganchón que tuvo continuidad en el túnel de vestuarios y que, según ha podido saber este periódico, no pasó a mayores ni hubo rastro del mismo en el acta elaborada por el árbitro del encuentro, César Soto Grado, adscrito al Comité riojano.
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Aunque fue un partido de guante blanco, en el que tres de las cuatro tarjetas amarillas que mostró el colegiado fueron por protestar y sólo una para castigar una falta (un agarrón de Víctor Parada a Rubén García cuando el valenciano iba a entrar en el área del Alavés), lo cierto es que terminó con jugadores y técnicos de ambos equipos muy calientes.
El detonante de la polémica final fue un rifirrafe entre Víctor Muñoz y Antonio Blanco, canteranos los dos del Real Madrid, en una de las últimas jugadas del encuentro. En cuanto el árbitro señaló el final del choque, el entrenador del Alavés, el argentino Eduardo Coudet, saltó como un resorte desde el banquillo para agarrar a Antonio Blanco con el objetivo de alejarle de la zona de conflicto. Pero el lío ya estaba armado y fueron unos cuantos los que se sumaron al mismo.
Cuentan que el enfrentamiento entre miembros de ambos equipos continuó en el túnel de vestuarios y que en el intercambio de improperios salió a colación lo ocurrido en el último partido de la pasada campaña, en el que Osasuna empató en Mendizorroza quedándose así sin la posibilidad de entrar en Europa y a los rojillos no les gustó demasiado la actitud de algún futbolista y de algún técnico del Alavés. Cuentas pendientes.
