pamplona. El arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, bendijo ayer simbólicamente una de las losas (concretamente la número 78) del claustro de la Catedral de Pamplona, cuyo espacio está destinado a partir de ahora a albergar las cenizas o restos óseos de todos aquellos que deseen reservar en urnas libro, nichos de hasta diez urnas o en urnas osario.
Hasta el momento, se han realizado "siete reservas en firme", según Javier Aizpún, vicario responsable de Patrimonio. Se trata de personas que han solicitado su concesión para el momento de su propio fallecimiento, quienes han decidido trasladar los restos de sus seres queridos desde el cementerio hasta el templo y, por último, quienes quieren celebrar el funeral y guardar en ese espacio las cenizas de un familiar. En este tercer caso, hoy mismo se celebrará el primer entierro en el claustro de la catedral.
Las reservas, en duración, han sido de diez y 50 años y, en cuanto a los nichos, se ha solicitado espacio para una, dos y tres urnas. Los precios oscilan entre los 365 euros por una década de concesión hasta los 5.165 euros por 100 años.
las obras En cada espacio designado para acoger las cenizas, que tiene una profundidad de 1,40 metros, hay cuatro baldas en cada lado. En ellas pueden reposar tanto una arqueta de restos óseos como varios nichos. Por el momento hay disponible una crujía, ya que el resto aún contienen los restos hallados durante las obras de restauración del templo.
Precisamente, la recaudación de las concesiones permitirá costear las obras de rehabilitación del claustro, que se está llevando a cabo a partir de estudios arqueológicos y el trabajo de especialistas en la materia.