la situación del solar en el que se proyectaba el Edificio Leyre se ha convertido en un quebradero de cabeza tanto para el Ayuntamiento de Pamplona como para los vecinos de la zona. El área de Urbanismo lleva meses recibiendo informaciones equívocas por parte de la promotora en relación al futuro del proyecto y los vecinos de la zona ven ahora cómo el abandono del solar ha hecho que se multipliquen los insectos en el entorno, bichos que se cuelan en sus viviendas a través de las ventanas. El Ayuntamiento expresó ayer su intención de sancionar a la empresa aún propietaria del solar a menos que en el plazo de 10 días retire el agua de la zona.

De hecho, en el mismo momento en el que vecinos de la zona describían a este periódico, ayer al mediodía, la situación de la que están siendo testigos, el Ayuntamiento hacía pública una nota en la que daba cuenta de las medidas que tomará para solucionar este problema. Según indicaba, el Ayuntamiento ha requerido a Urbanika Proyectos Urbanos, la promotora del malogrado Edificio Leyre, a retirar el agua, ya que "puede provocar diversos problemas entre los que está el ya constatado por los servicios municipales de presencia de mosquitos". El plazo para adoptar "las medidas precisas para que el agua no se vuelva a acumular" es de 10 días desde la recepción de la resolución municipal. Tras este plazo, a menos que la promotora presente recurso, el Consistorio podrá imponerle hasta 12 multas coercitivas de entre 600 y 6.000 euros.

Lo cierto es que los responsables de este solar tienen ya constancia de esta advertencia y han preguntado en una empresa de limpiezas industriales ubicada en la Comarca de Pamplona por el presupuesto para acondicionar el solar. No en vano, hace semanas que el área de Urbanismo amenaza con esta posibilidad y hace días que comenzó los trámites para sancionar a Urbanika. Sin embargo, hasta ahora la motivación principal para sancionar a esta sociedad estaba relacionada con la retirada de las vallas que aún ocupan parte de la vía pública, algo que impide aparcar en la calle Amaya y que también dificulta el tránsito peatonal en las calles Leyre, Amaya y Teobaldos.

Esta misma semana una vecina de la zona dio cuenta al área de Urbanismo de la situación que estaban viviendo por la proliferación de insectos en el entorno. Según explica, en primer lugar acudió a Salud Pública, desde donde le remitieron al área de Urbanismo. Una vez allí, expuso cómo en determinados momentos ni siquiera se atreven a abrir las ventanas en la parte de su vivienda que da a Teobaldos por el temor a que, mientras airean el piso, se cuelen los insectos. Aunque la protagonista tenía la percepción de que su queja había caído en saco roto por el modo en que fue atendida, el Ayuntamiento reaccionó ayer haciendo pública esa intención de sancionar a la promotora a menos que tome medidas. Esta vecina indica que el enorme incremento del número de insectos se ha producido sobre todo con la llegada del buen tiempo. Desde luego, la situación de las ventanas con vistas a Teobaldos evidenciaba ayer este problema, con decenas de insectos poblando los cristales.

Desde este mismo lugar, un cuarto piso de una vivienda de la Baja Navarra también se observa la lamentable situación del solar, abandonado, aún con mucha agua acumulado e incluso con un pato. Lo cierto es que esta situación se veía venir desde hace meses, aunque el Ayuntamiento ha tardado en actuar con determinación. La promotora Urbanika, una sociedad formada por Bankia, el Grupo Cívica y la Inmobiliaria Espacio, tardó muchísimo en adjudicar las obras, después se produjo el abandono por parte de la empresa adjudicataria y, finalmente, frente a lo que la sociedad prometía, se ha visto cómo el proyecto terminaba frustrándose. Hace semanas que la promotora devolvió el dinero a quienes habían reservado pisos, después cerró su oficina en la calle Leyre y, finalmente, descolgó el cartel en el que anunciaba esta promoción de 104 pisos de lujo. A día de hoy, el proyecto está totalmente abandonado y este solar permanecerá vacío, a menos que otra promotora se atreva a presentar un nuevo proyecto para la zona.