pamplona - 20 años llevan las valoraciones catastrales sin actualizar en Pamplona. Un asunto pendiente como el del mapa local, la normativa municipal sobre bodas o los proyectos de movilidad sostenible, cuestiones que los sucesivos gobiernos regionalistas no tuvieron tiempo o ganas de abordar, pero que resulta necesario resolver.
Es el caso de los impuestos, materia relevante para el gobierno de cualquier ciudad, que en Pamplona vienen fijados por unos parámetros que se establecieron en 1998, lo que de todas formas no ha impedido durante estos años una recaudación municipal acorde a las necesidades planteadas en cada legislatura.
Ayer, la Junta de Gobierno Local dio el primer paso para cambiar la situación y aprobó el inicio de la elaboración de la Ponencia, que permitirá adecuar la valoración de cada inmueble atendiendo a los estudios de mercado disponibles, a las disposiciones generales de valoración y al planeamiento urbanístico vigente. En la práctica supone establecer los métodos y parámetros para asignar los valores a cada bien inmueble -a efectos de cuantificar y cobrar impuestos- y se supone que estará acabada para 2019.
La decisión del Ayuntamiento viene dada por la actual realidad inmobiliaria de Pamplona, que según los informes del área de Economía Local Sostenible hace ineludible una actualización total de la Ponencia vigente.
Al haber transcurrido casi 20 años desde la última revisión, no guarda correspondencia con el Plan Municipal aprobado en el año 2002 y es imprescindible fijar los nuevos valores de los inmuebles del municipio de acuerdo con la normativa vigente y tomando como referencia valoraciones de mercado, así como realizar el ajuste en la comparación de valores por zonas.
catastro En el Ayuntamiento de Pamplona, el uso específico del catastro en la exacción de la Contribución Territorial, y también del impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, o en relación con el ejercicio de actividades económicas, ocupación de la vía pública u otras actuaciones, requiere la actualización de los datos de los bienes inmuebles del municipio y que éstos reflejen la realidad inmobiliaria física, económica y jurídica conocida por la Administración Pública en cada momento.
Así, la estimación económica o valoración de los bienes inmuebles inscritos en el Registro de la Riqueza Territorial se determinan tomando como referencia su valor de mercado, a partir de la metodología y parámetros de valoración determinados en la Ponencia.
Al contrario que otros impuestos, la contribución municipal se caracteriza por su disparidad. Depende de dos factores que sumados dan la cantidad que el contribuyente paga. Son el valor catastral del inmueble y el tipo impositivo fijado por el Ayuntamiento de Pamplona (0,3855 este año) .
El valor catastral se obtiene de la ponencia de Valoración, que en el caso de Pamplona lleva desfasada muchos años, con los valores determinados según normas de 1998.
Por lo que se refiere al tipo impositivo, depende de cada municipio y puede oscilar entre el 0,10% y el 0,50%, lo que quiere decir que aplicando los dos extremos, un inmueble podría pagar hasta cinco veces más que otro con el mismo valor catastral. En la mayoría de los casos, los ayuntamientos evitan los extremos, con tipos que oscilan entre el 0,20% y el 0,40%.
Y como el valor catastral de muchos inmuebles no está actualizado y el tipo varía, ocurre que viviendas similares, a veces separadas por una calle, pagan diferente contribución. Un piso en el Casco Viejo paga menos de la mitad que otro similar en los nuevos barrios y una tercera parte que en Burlada o Villava. Otro tanto ocurre en los polígonos industriales de la Comarca. Por ejemplo, el tipo impositivo de Galar (0,15%) o Aranguren (0,17%) es la mitad que el de Villava (0,33%) o el de Berriozar (0,32%).
pago de la contribución La contribución grava la propiedad de un bien inmueble y es un impuesto de carácter real, es decir, no tiene en cuenta al sujeto pasivo sino únicamente el valor catastral. Lo fija la Administración, pero en teoría debe asemejarse al valor de mercado. Tiene que ver fundamentalmente con el valor del suelo sobre el que se asienta, al que se le suma lo construido encima o debajo, si lo hay.
La ponencia de valoración establece los criterios y parámetros técnicos que permiten asignar individualmente un valor a cada bien inmueble. Se realiza por iniciativa de los ayuntamientos mediante comisiones mixtas en las que participa la Administración. El valor de lo construido lo fija el Gobierno foral en base a criterios técnicos.
La primera Ponencia de Valoración de Pamplona se aprobó por la comisión mixta Gobierno-Ayuntamiento en 1986. Desde entonces se han llevado a cabo tres revisiones que fueron aprobadas por acuerdos de la comisión mixta en 1989, 1995 y 1998.
En 2016, tras el cambio en el gobierno municipal, se aprobó el proyecto de Ponencia parcial de valoración que permitió actualizar (subir) los valores catastrales de los bienes inmuebles situados en las nuevas zonas residenciales de Rochapea, Ezkaba, Buztintxuri o Lezkairu (unas 9.010 viviendas), con un incremento en la recaudación del Ayuntamiento de 294.176 euros anuales.
La reforma que ultima el Departamento de Administración Local va a incidir precisamente en la contribución al considerar que la mayoría de los ayuntamientos tiene “un amplio margen de mejora” en la recaudación de impuestos. El tipo impositivo se propone situar entre el 0,25% y el 0,50%.