Una pista de trineo, autos de choque, hinchables varios, camas elásticas o un circuito de educación vial. En Navipark no falta de nada para que los más pequeños pasen un día de buen ambiente y diversión.

El parque infantil abrió sus puertas en las instalaciones de Refena el pasado 26 de diciembre y estará disponible hasta el viernes 4 de enero, aunque cerrará mañana y pasado. En su novena edición, Navipark ofrece nueve horas ininterrumpidas de juego. De 11.00 a 20.00 horas, el espacio ofrece diversas actividades vigiladas por casi setenta monitores.

Entre las novedades de este año destaca un minigolf con 6 hoyos y una atracción en forma de rana XXL. “No solemos cambiar mucho las atracciones porque para añadir algo tendríamos que quitar una cosa de las que tenemos ahora y los niños luego lo echan en falta”, apunta Carla García-Tapia, responsable de Comunicación de Refena.

Desde la organización se muestran satisfechos con la afluencia recibida durante los primeros días, un 19% más que durante las mismas fechas del año pasado. Además, la gente, subraya García-Tapia, sale contenta del recinto y muchos repiten: “Hubo un señor que vino tres días seguidos y muchas personas ya nos han visitado otros años”.

Entre el público predominan las familias, que acuden con hijos y amigos. El pamplonés Carlos Pérez visitó el espacio por segundo año acompañado de sus dos hijos. “Las vacaciones de los pequeños son muy largas y a veces no sabes muy bien en qué invertir el día”, señaló Pérez, que añadió que Navipark es “un buen plan para pasar un rato agradable sin tener que ir lejos de casa”.

Mientras algunos padres aprovechan para cargar pilas en la zona de restauración, para los pequeños no hay tiempo que perder. “Mi favorito es el taller de puzles con imágenes de los gigantes porque me lo paso muy bien jugando con ellos”, subrayó sonriente Aimar, de 7 años, que ha pedido a los Reyes las figuras de Braulia y Toko-toko, “los dos únicos que me faltan”.

Los principales atractivos y las atracciones que más reclamo tienen entre los visitantes son la rana XXL y el taller de tatuajes con purpurina, aunque Carla García-Tapia señala el éxito del taller de construcción, que triunfa “tanto entre niños como entre los padres”.

El espíritu del parque, concluye García-Tapia, es que “los padres compartan un rato con sus hijos sin grandes distracciones y que puedan interactuar con ellos”. En este sentido, la responsable añade que en el parque “no se forman colas y todas las actividades están muy bien atendidas”.