s un buen plan B y bastante económico". Para jóvenes como María Garriz comer ayer, lunes de Pascua, en el parque fluvial del Arga se convirtió en uno de los planes estrella de la Semana Santa. "No podemos hacer gran cosa", señala, "y ya que iba a hacer buen tiempo, decidimos venir al río, comer juntas y pasar un buen rato mientras se pueda". Manteniendo la distancia de seguridad entre ellas, bocadillos en mano y disfrutando de un buen día, así se encontraban las seis jóvenes cerca del río. "Comerte un pintxo en la plaza del Castillo es casi imposible en un día como hoy", asegura María. "Con lo que nos cuesta a las seis juntarnos en una terraza hacemos una tortilla y unos bocadillos, y hasta nos sobra dinero", explica la joven. "Somos jóvenes, con pocos ingresos, queremos pasarlo bien y venir al río es un plan perfecto que cumple todo lo que ahora mismo nos podemos permitir", destaca. "No podemos estar más de seis personas, tenemos que estar a una distancia de seguridad, no podemos vernos en un lugar cerrado y los bares han tenido que cerrar los interiores, así que hay que buscar otras alternativas", comenta.

Numerosos son los pamploneses y pamplonesas que se acercaron ayer a las orillas del río de la ciudad para bañarse un poco con los rayos de sol, que pocas veces se deja disfrutar en la capital navarra, y olvidarse por unos segundos de la covid-19. Para otros, el paseo del Arga es un lugar clave en sus paseos diarios. "Siempre paseamos por esta zona y ahora se disfruta más con la llegada del buen tiempo, a ver cuánto nos dura". Carmen y Antonio son un matrimonio mayor pamplonés. "Nos gusta mucho pasear y venimos siempre con nuestro perro", afirma. Ante los primeros rayos de sol no se pudieron resistir y con una tortilla se sentaron en un merendero cerca del parque fluvial. "Ha sido ver el sol desde la ventana y preparar el bolso con una tortilla, vinito y pan", detalla Antonio. "En Pamplona, cuando llega el buen tiempo, salimos como lagartos al sol", señala.

Las bicicletas también se hicieron presentes en la jornada de este lunes primaveral. "Pamplona es una ciudad con mucha tradición ciclista y hay que aprovechar estos días de buen tiempo", destaca Cristina Jaurrieta, madre de dos niños que le seguían desde cerca con sus bicicletas. "Nos gustan mucho los planes en familia y al aire libre. Ahora que no podemos juntarnos toda la familia tenemos que buscar planes alternativos para entretener a los más pequeños de la casa", afirma. "Nos espera una semana más de vacaciones los cuatro en casa y veo poco viable que aguantemos quietos en el salón de casa viendo la tele", apunta. La familia de Cristina, al igual que la de muchos navarros y navarras, se decanta por el turismo local para estos días festivos. "Nos gustaría salir un poco de Navarra, pero tenemos verdaderas joyas turísticas en nuestra comunidad que no apreciamos lo suficiente", añade. "Es bueno que conozcan su tierra y que disfruten de tiempo al aire libre, bastante estuvimos encerrados hace un año", expresa Cristina. Algunas familias no lo tienen tan sencillo a la hora de encontrar mesa en una terraza. "Mis hijos son pequeños, hacen ruido, se mueven un montón. En una terraza al final estás espalda con espalda con unos desconocidos a los cuales tú puedes molestar o ellos a ti, por eso este plan nos pareció la mejor opción para todos", expone Cristina sobre su familia. "Un poco de turismo local no viene mal para conocer las joyas que tenemos en nuestra tierra y no ir siempre a los mismos sitios de Pamplona y disfrutar con la familia un poco más"."Parecía que el mundo se había quedado quieto, pero poco a poco entre todos lo volvemos a hacer girar, es cuestión de mantener la ilusión", expresa Cristina.

Para Sara y Martín, de 28 y 29 años respectivamente, este lugar no es solo un merendero, es un lugar especial. " Nuestros padres solían traernos aquí de pequeños y después le pedí salir en este parque y desde entonces somos pareja", explica Sara. "Al no poder hacer ninguna escapada hemos tirado por lo fácil, cercano y barato, además que es un lugar que nos trae un montón de recuerdos", relata Sara.

Un descubrimiento para unos, un a caja de recuerdos para otros. Eso fue ayer el paseo del Arga para sus visitantes. Los merenderos llenos de gente con bolsas llenas de comida, gente sentada en la hierba a modo de picnic, otros disfrutando del paseo y algún valiente con ganas de darse un baño en el río. "Da gusto ver así este lugar, como si volviéramos a la vida", añade Jose, un hombre de unos 80 años que le encanta pasear por la zona y más verla "llena de vida joven".

"En Pamplona, cuando llega el buen tiempo, salimos como lagartos al sol para disfrutar del día junto a los nuestros"

Pamplonés jubilado