Suceda lo que suceda con el futuro de la Alcaldía de Pamplona dentro de dos semanas, el futuro equipo de Gobierno tendrá que hacer frente a un nuevo incremento del gasto provocado por el arreglo de la pasarela del Labrit.
En una de las últimas decisiones del alcalde en funciones Enrique Maya, a última hora de la mañana de este jueves se ha celebrado una Junta de Gobierno Local extraordinaria para aprobar dos nuevas partidas presupuestarias destinadas a la pasarela.
La primera tiene un importe de 58.4000 euros y va destinada a la Dirección de Obra, que solicitó una indemnización por el sobrecoste material ocasionado por los trabajos realizados en la pasarela de Labrit y su entorno.
La ingeniería que se encargó de la dirección de obra, Alonso Cobo Estudio, incluye 576 horas de trabajo personal efectivamente realizado, sin contar los tiempos de desplazamiento.
Existe una segunda partida, pero en este caso no tiene asignada una cuantía fija al estar pendiente de una revisión de los precios por el incremento de los materiales empleados en la obra.
La reclamación fue presentada por Obenasa, empresa encargada de la reparación, con el argumento de que el contrato, que se encuentra en ejecución desde el 2 de marzo del 2022, no cuenta con la aprobación de la certificación final y el importe calculado de la revisión de precios supera el 5% de la totalidad de los importes certificados.
El Ayuntamiento ha decidido la suspensión del procedimiento hasta el momento en que el Instituto Nacional de Estadística publique los índices de precios de materiales generales del cuarto trimestre de 2022.
Sin contar estas dos ampliaciones presupuestarias, el gasto por la reparación de la pasarela asciende a 1,4 millones de euros.
Las obras de refuerzo y reparación de la pasarela han tenido un coste de 807.214 euros, a lo que hay que sumar otros 600.000 euros por los estudios y trabajos técnicos encargados desde 2016, además del proyecto de reparación, inspecciones y andamiaje, y de otras actuaciones alrededor de la propia infraestructura.
Reclamaciones pendientes
El Ayuntamiento ha anunciado que reclamará a los responsables, desde la redacción del proyecto, a su ejecución y la dirección facultativa, a través de un procedimiento de responsabilidad.
La pasarela tuvo un coste de 670.000 euros y fue inaugurada en diciembre de 2010 por la alcaldesa Yolanda Barcina. El diseño y la dirección de obra de la pasarela corrió a cargo del equipo constituido por Boreas Nuevas Tecnologías SL, Óscar Pérez Silanes, Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras. La UTE formada por Arian (80%) y Teusa (20%) fue la encargada de su construcción.
A principios de 2016 aparecieron los primeros problemas de oxidación y se produjo el desprendimiento de algunas planchas de acero. Tras varios cierres puntuales, se cerró definitivamente en septiembre de 2016. Fue reabierta el pasado 22 de febrero después de haber sustituido 40 toneladas de acero y hacerse un 30% de nuevas de soldaduras.
El proyecto de reparación fue tramitado de forma unilateral por Navarra Suma y supuso la ruptura del acuerdo presupuestario alcanzado entre Maya y la socialista Maite Esporrín.
El equipo de Gobierno ha empleado todo tipo de estrategias para ocultar a los grupos de la oposición lo que se estaba haciendo, recurriendo al uso de medias verdades e informes parciales, como cuando el concejal Alonso, cesado por Maya, afirmó que la Cámara de Comptos había auditado las cuentas de la reparación pese a conocer que el propio órgano fiscalizador expresamente aclaró que no había auditado el gasto de la pasarela.
Aunque al principio se dijo que la pasarela no tenía nada y que el cierre fue una maniobra del cuatripartito, la realidad es que durante las obras de reparación se detectaron deficiencias en la soldadura, entre las chapas exteriores (vigas) y las cuadernas y los llamados nervios superior e inferior de la estructura.
Las deficiencias existían también en las soldaduras entre las chapas sobre los nervios inferiores longitudinales y cuadernas del nudo de la pasarela.
Esta deficiencia se extendía al resto de chapas superiores en los cajones cerrados que jalonan la parte inferior en toda la longitud de la estructura. Igualmente, fue necesario el refuerzo del pórtico de apoyo del tramo corto de la pasarela sobre la estructura del frontón y, más tarde, procurar el alejamiento de las aguas pluviales de los apoyos de los estribos en Media Luna y Jito Alai, mediante sendas obras de reurbanización y encauzamiento de aguas.
