La meta está en el bar. “Nos juntamos una o dos veces por semana y vamos en grupo a correr un rato, tomar algo y cenar. Somos corredores sociales y el principal objetivo es construir comunidad”. Así de simple es la explicación de Rodrigo Mora, pamplonés de 34 años y uno de los capitanes del movimiento Beer Runners de Pamplona, que está subiendo como la espuma en los últimos años.

Lo componen más de 50 personas y se suelen juntar cerca de veinte para “entrenar” todos los miércoles a las 20.15 horas en el bar La Casa de Cris de la Rochapea. Después de hacer un recorrido circular de 8 o 9 kilómetros, vuelven al punto de partida para disfrutar del merecido premio. 

“La cerveza no es obligatoria, pero sí muy recomendable, aunque sea sin alcohol”, bromea Rodrigo Mora. “Al final no es solo correr, somos como una familia. También nos contamos la vida y de ahí surge la amistad. Compartir estos ratos y hacer deporte nos sirve como terapia, el hecho de correr en grupo anima mucho a la gente. Luego, nos vamos motivando entre nosotros y nos solemos apuntar a muchas carreras. Varios llegamos a hacer medias maratones o maratones y hasta trail”. 

El movimiento de los corredores cerveceros surgió en Filadelfia en 2008, cuando dos amigos, David April y Eric Fiedler, decidieron poner en práctica un estudio científico de Manuel Castillo que sostenía que el zumo de cebada es ideal para rehidratarse después de la práctica deportiva. La comunidad de Beer Runners se fue extendiendo hasta llegar a España en 2012. Hoy en día, el movimiento cuenta con más de 25.000 personas en más de 70 ciudades del estado. 

En Pamplona, desde 2014

La primera quedada en Pamplona fue en octubre de 2014. El capitán de Sevilla, Daniel Quintero, lo propuso por Facebook y se dio el paso de la mano de Roberto Lerín, el primer capitán. Con el tiempo, pasaron de quedar en la Ciudadela a buscar otros espacios como Mutilva y, desde hace años, se juntan en la Rochapea. “Es un barrio muy conocido, muy bien conectado y que nos permite correr por la ciudad y, al mismo tiempo, tener una mayor facilidad para juntarnos. Estamos muy a gusto”, remarca Rodrigo Mora, uno de los capitanes desde 2019.

“Estamos dos responsables en Pamplona. Yo me encargo más de las redes sociales y de organizar las quedadas, y la preparación de las carreras la está llevando más Mikel. Pero bueno, el grupo es muy ameno y se lleva solo. Ahora mismo estamos más de 50 personas en el grupo de WhatsApp, pero no tenemos un número fijo. Cada mes entra gente nueva, pero también hay personas que no pueden venir por lesiones o porque cambian sus circunstancias vitales. Estamos un grupo de unos 12 o 15 muy fieles que no fallamos casi nunca”.

Varios de los componentes de los Beer Runners Pamplona, en su última quedada. Oskar Montero

El pelotón está abierto a la llegada de nuevos integrantes. “El objetivo de las quedadas en ir en grupo, así que nos adaptamos al ritmo e intentamos que la gente no se frustre. Sí que hace falta haber corrido algo antes para hacer 8-9 kilómetros, pero no se exigen grandes ritmos. Es un día para olvidarse de los tiempos y el pulsómetro e ir con la gente. Ya tienes otros días de la semana si quieres entrenar más”.

Participación en carreras

Los Beer Runners no son un club ni una asociación ni compiten como tal, pero participan en numerosos eventos deportivos. Sus camisetas naranjas ya son un clásico en la línea de salida de las carreras del calendario tanto navarro como nacional. “Por ejemplo, fuimos más de 20 personas de Pamplona a correr la maratón de Valencia. También hemos hecho la Roncesvalles Zubiri o la Zubiri Pamplona y estaremos en la de las Murallas y en la Behobia-San Sebastián, que es un día grande para nosotros. Cogemos un bus y paramos a la vuelta a comer en Santesteban, así que la carrera al final es casi lo de menos. Luego, también hemos competido en Sevilla, Málaga, Madrid, Donosti, en carreras de monte y hay gente que se ha ido por Atenas e Irlanda”. 

En el caso de Rodrigo Mora, llegó al grupo hace cuatro años y supuso un gran impulso para seguir corriendo. “Tengo 34 años, nací en Colombia pero llevo mucho tiempo ya en Navarra. Llevo 12 años corriendo. Al principio iba solo y probé a salir con los Amigos de la Vuelta del Castillo, pero no llevaba sus ritmos. Llegué a hacer la maratón de Pamplona, pero luego lo dejé y volví después, cuando encontré este grupo. Ha sido un gran acierto y he visto que en compañía se entrena mucho mejor”, concluye.