Un centenar de vecinos y vecinas del Casco Antiguo ha solicitado al Ayuntamiento y al Gobierno de Navarra la regularización de los comercios que venden alcohol y comida rápida para su consumo inmediato.

En una instancia dirigida al área municipal de Seguridad y Convivencia ciudadana, al Instituto de Salud Pública y al Servicio de Ordenación y Fomento del Comercio del Gobierno de Navarra, alertan de la proliferación de locales que ofrecen alcohol y comida rápida para su consumo en la calle, "generando numerosos residuos y suciedad y ocasionando graves problemas al vecindario en un barrio ya suficientemente castigado por la saturación hostelera." Navarra es una de las pocas comunidades autónomas donde la venta nocturna de alcohol no está limitada por la legislación.

Indican que cada vez son más los establecimientos (tiendas de alimentación, chucherías, souvenirs e incluso estancos o tiendas de telefonía) “que se lucran con la venta de alcohol a costa del descanso vecinal”. Puesto que la mayor parte de esos negocios no tienen, según la normativa actual, ninguna limitación horaria específica establecida, “de nada sirve que bares, discotecas y restaurantes tengan una hora de cierre, cuando dichos establecimientos tienen la libertad de seguir ofreciendo alcohol y comida hasta el amanecer.”

Señalan que estos negocios "se encuentran siempre en calles, plazas y esquinas ya saturadas de turismo y bares" y muestran su preocupación por el hecho de que el Casco Antiguo "esté perdiendo su carácter residencial y se esté convirtiendo en un área asociada por turistas y locales al ocio desmedido, en especial durante la noche". 

Navarra, "está a la cabeza en el consumo de alcohol", recuerdan

En su texto, recuerdan que, según las estadísticas estatales, Navarra está a la cabeza en el consumo de alcohol por habitante y año, siendo también especialmente alarmante el inicio en su consumo entre la población menor. Por ello, muestran sorpresa por el hecho de que las instituciones navarras se marquen como objetivo la disminución del consumo de alcohol "cuando, al mismo tiempo, y mediante la permisividad con dichos establecimientos y con el consumo en la vía pública están creando un entorno favorecedor para el consumo abusivo". 

Además del problema del ruido, recuerdan también que la cantidad de residuos generados (latas, botellines, litronas, vasos de plástico, restos de comida, y también orines y vomitonas), dificulta la gestión para el reciclaje, "multiplica el trabajo del servicio municipal de limpieza" y "corre a cargo de todas las personas contribuyentes."