Hace un mes, Aintzane Huarte Garnica, pamplonesa de 25 años, recibió una llamada de un número de teléfono desconocido. “Estaba trabajando, no les cogí y, como no me volvieron a contactar, di por hecho que era publicidad o Vodafone”, recuerda Aintzane, que diseña los productos que comercializa un centro de CrossFit de Zizur Mayor.

Esa misma tarde, recibió un correo electrónico de Editargi, la Asociación Navarra de Editoriales Independientes, en el que le comunicaba que su cartel Libros que iluminan– había ganado el concurso de la 8º Feria de la Edición de Navarra. “Me alegré un montón porque no me lo esperaba para nada”, confiesa. El evento es itinerante y estará en Sarasate entre el 23 y 27 de octubre. 

La idea inicial de Aintzane era un sillón iluminado por una lámpara porque “solemos leer con luz, sentados al lado de una lámpara y en soledad. Durante la lectura se crea una atmósfera íntima que transporta al lector a otros mundos”, explica.

El diseño evolucionó y el cartel representa las hojas de un libro abierto que se ha convertido en una lámpara que cuelga del techo. “Mientras hacía el cartel tenía un cuaderno a mano. Lo abrí, lo colgué boca abajo desde las tapas, las hojas se extendieron y la proyección era similar a la luz de la lámpara”, señala.

La 8º Feria de la Edición de Navarra es itinerante –ya ha pasado por Sangüesa, Corella y Viana– y, antes de su última parada en Pamplona, estará en Leitza, Elizondo, Estella, Tafalla y Altsasu.

“Me hace mucha ilusión que mi obra recorra gran parte de Navarra porque la están viendo distintas editoriales y algunas venden libros ilustrados. Es muy importante que el cartel se mueva entre ese círculo de personas porque trabajan de forma más directa con diseñadores. Es una oportunidad que ojalá me abra puertas”, desea. 

Ilustraciones de animales

Aintzane ha sido “muy creativa” desde pequeña, durante ocho años fue a una academia de pintura y aún conserva sus primeras obras en unas carpetas. “Tengo un montón de dibujos en láminas, hojas sueltas, cuadernos... También hacía esculturas de arcilla”, recuerda.

La temática de los dibujos casi siempre era la misma: animales. “Me han gustado desde pequeña”, relata Aintzane, que, en la actualidad, es una fan de los libros ilustrados de fauna.

“Siempre me ha gustado mucho la biología y con los años he ido descubriendo el maravilloso mundo de la ilustración de fauna. Cada vez que veo un libro, sobre todo de aves, me lo compro porque me genera tanto placer ver los dibujos que no lo puedo evitar. Los colecciono y me gastaría millones”, bromea.

Aintzane estudió Diseño de Producto en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra porque es “muy inquieta, tengo muchas ideas en la cabeza y necesitaba una carrera que me ayudara a plasmarlas sobre el papel”, asegura.

Al terminar, estudió un máster en Biodiversidad, Funcionamiento y Gestión de Ecosistemas –se quiere dedicar a la rehabilitación y conservación del entorno natural mediante el diseño y la creatividad– y, en la actualidad, diseña los productos de un centro de CrossFit de Zizur Mayor.

El caravinagre diablo

En su tiempo libre, diseña pósters decorativos –publicados en sus redes sociales– y en 2022 se presentó al concurso de carteles de San Fermín con una obra rompedora: unos “garabatos” de caravinagre transformado en un “diablillo” con cuernos y una cola bastante peculiar, el báculo del morenico. “Gráficamente no era nada convencional”, afirma.

También había referencias a la pandemia y “a la juerga, la parte más desenfrenada de la fiesta”, apunta.