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Un monumento homenajeará a 47 vecinos de la Rochapea asesinados en la Guerra Civil

El colectivo AFFNA-36 colocará una escultura en el parque Ibaiberri. El Ayuntamiento ha cedido el espacio y falta el permiso de la CHE

Un monumento homenajeará a 47 vecinos de la Rochapea asesinados en la Guerra CivilDiario de Noticias

La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA-36) quiere instalar en el parque Ibaiberri de la Rochapea un monumento de homenaje a los 47 vecinos y vecinas que fueron asesinados en el barrio durante la Guerra Civil –el 17% de los fusilados en Pamplona según el “censo vivo” de la entidad– y a la treintena de personas que sufrieron la represión franquista.

El Ayuntamiento de Iruña ha autorizado la cesión del espacio público, el presupuesto de las obras asciende a unos 7.800 euros –no supondrá ningún coste para las arcas municipales– y los trabajos requieren de un permiso específico de la Conferencia Hidrográfica del Ebro (CHE) porque la estatua se situaría en una “zona inundable con riesgo medio” según los Planes de Ordenación Territorial de Navarra.

La entidad espera recibir el visto bueno en las próximas semanas y celebrar la inauguración en otoño. “Sus historias quedaron enterradas en las cunetas y es una obligación social recuperarlas y sacarlas a la luz para que no se olvide lo que pasó en este barrio obrero de Pamplona. Es un acto de verdad, justicia y reparación”, aseguró la presidenta de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, Amaia Lerga.

Imagen del parque Ibaiberri de la Rochapea, donde se pondrá la estatua.

Se trata de un monumento –un pedestal de 2,00 x 1,80 metros de planta y 2,70 metros de altura– compuesto por unas vías de tren –muchos vecinos de clase obrera eran ferroviarios y trabajaban en la antigua estación– y la silueta de una mujer sobre un fondo de chapa. Tanto las vías del tren como el fondo están truncados para que la figura de la mujer destaque en su conjunto. Bajo la silueta, se instalará una placa conmemorativa en la que se explicará la represión que sufrió la Rochapea durante la Guerra Civil y la dictadura.

Además, se diseñará una superficie adoquinada donde se colocarán 47 tropezones, placas en las que aparecerán el nombre del vecino o vecina de la Rochapea víctima de la Guerra Civil, el año de nacimiento, la fecha de su desaparición, el destino final y la fecha del asesinato.

En Europa este proyecto conmemorativo recibe el nombre de Stolpersteine –palabra alemana que designa una piedra en el camino que puede hacer tropezar al caminante– y en castellano se denomina adoquín tropezón o brillante en alusión al material –latón brillante- con el que está realizado.

A la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra le hubiera gustado instalar las placas conmemorativas de las víctimas en sus viviendas de origen –como ha llevado a cabo en más de un centenar de lugares de la ciudad–, pero en este caso será imposible porque la Rochapea ha sufrido cambios sustanciales en su trama a lo largo de su desarrollo urbanístico y muchas de las casas en las que residían las víctimas –e incluso muchas de las calles– ya no existen.

El diseño de la escultura lo ha ideado la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, el anteproyecto lo ha redactado el estudio OREKARI y el proyecto ascendería a 7.798,92 euros. La ejecución, la conservación y el mantenimiento integral de la zona concedida correrá a cargo de la entidad. El Ayuntamiento de Pamplona realiza la concesión del espacio durante un periodo de 50 años y sin contraprestación o pago de canon anual. 

El origen

La idea de instalar un monumento de homenaje a los 47 vecinos y vecinas que fueron asesinados en la Rochapea durante la Guerra Civil se remonta a antes de la pandemia del coronavirus. Iñaki Beamont estaba en la casa de su abuela materna, situada en la calle de Las Provincias, cuando se topó con una imagen del 1 de mayo de 1936.

En la instantánea, tomada minutos antes de subir a la manifestación del Día Internacional de los Trabajadores, aparecían sindicalistas de distintas organizaciones y la madre de Iñaki le indicó dónde estaban sus dos tíos carnales. “Uno de ellos fue fusilado en la cárcel de Pamplona con 19 años y lo enterraron en Etxauri. A mi otro tío lo asesinaron en Dantxarinea cuando huía a Francia”, relata Iñaki.

Su madre y su tía reconocieron en la fotografía a más víctimas e Iñaki comenzó a localizar a sus familiares y a escuchar sus relatos. “He hablado con sus nietos y sobrinos porque se deben conocer sus historias”, finaliza.