Próximamente, la esquina de Unzu en la avenida de Bayona de Pamplona tendrá nueva vida. El negocio Teikit de comida japonesa especializado en sushi ultima los preparativos de su apertura para mitades de noviembre.
En este local, sito en el bajo comercial a la altura del número 6 de la avenida, al lado del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) de Navarra, ofrecerá servicios de entrega y recogida de comida (take away y delivery).
La cadena se define como una "cocina de culturas con base japonesa", ya que fusiona diferentes tradiciones y estilos gastronómicos de distintas partes del mundo. Nacida en 2012, cuenta con una docena de establecimientos en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla.
Una esquina histórica de San Juan
La esquina de Unzu llevaba sin actividad desde principios de los 2000 que cerró el histórico negocio de ropa en la columna vertebral del barrio pamplonés de San Juan. Una referencia que todavía se hace, pese a que desde 2019 se instaló el Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) de Navarra, que ocupa gran parte de todo el bajo comercial de ese bloque.
Según un Adiós Pamplona de 2011 de Joseba Asiron, esta importante avenida se remonta a los años 60. Concretamente, "en el año 1962, el Ayuntamiento de Pamplona (...) había decidido dedicar una avenida principal de la Iruñea moderna a la capital de Lapurdi. Para ello se eligió una amplia y larguísima calle, que se encontraba aún en fase de construcción, pero que estaba destinada a ser la arteria principal del nuevo barrio de San Juan-Donibane".
Así describió la avenida en 2011:
"En los 39 años transcurridos, la calle ha cambiado profunda y evidentemente, pues se ha urbanizado de forma completa y se han colmatado la mayor parte de los espacios abiertos que en 1972 quedaban aún por definir. Como resultado, la avenida de Bayona ha perdido aquel aspecto semirrural, propio del extrarradio pamplonés de la primera mitad de siglo XX, y ha dejado de ser un segmento del viejo "camino del Cementerio" con el que nuestros abuelos la habían conocido. Las casas de la izquierda certifican la correspondencia de ambas tomas, y hasta la isleta central nos indica que estamos muy cerca del punto exacto en el que se situó el fotógrafo en 1972. De hecho, debemos reconocer que nos desplazamos un metro hacia la derecha, de manera deliberada, para que los arbolitos no nos ocultaran las casas del fondo de la calle, que también existían hace 40 años. Han desaparecido las casitas bajas que ocupaban el centro de la imagen de 1972, y han brotado en cambio, como por arte de magia, los macizos y geométricos bloques de pisos que componen el alineamiento de edificios en la acera de la derecha".