El concejal de Gobierno Estratégico, Joxe Abaurrea, aseguró que la crisis que atraviesa el servicio de bicis eléctricas en Pamplona se debe a la “pésima gestión” de UPN y a su “ocultación de datos” a la ciudadanía. “Es radicalmente falso que el servicio se haya estropeado ahora”, señaló Abaurrea.
El edil de EH Bildu recordó que Ride On se declaró en concurso de acreedores el 17 de abril de 2023, que el 1 de junio de ese año la empresa presentó un escrito asegurando que tenía “pérdidas económicas cuantiosas” y solicitó un reequilibrio sin recibir “respuesta directa” por parte del equipo de Gobierno de UPN.
Ride On, insistió Abaurrea, volvió a pedir el reequilibrio en septiembre de 2023, Ibarrola “guardó silencio” y ese mismo mes un informe económico alertó de que las bicicletas eléctricas “no parecían viables” en su estructura actual de costes e ingresos.
“UPN lo sabía desde 2023, nos mantuvieron en una ficción en la que aparentemente el servicio funcionaba y realizaron una huida hacia adelante”, censuró.
En julio de 2024, Ride On, con Asiron como alcalde, insiste de nuevo y pide por tercera vez el reequilibrio de las cuentas. Ante esta situación, el Ayuntamiento encargó una auditoría independiente a la empresa PKF Attest que dictaminó que la prestación del servicio “era deficitaria” en las condiciones pactadas en 2021 y que su “continuidad quedaba en entredicho”.
Ride On argumentó al Consistorio que se encontraba en esta crítica situación por tres motivos. En primer lugar las tarifas, acordadas en diciembre de 2021 y modificadas en mayo de 2023, “no cubrían el mínimo de viabilidad comercial”.
Según Abaurrea, Ibarrola realizó “un desvío improvisado” de 150.000 euros –solo se pudieron pagaron 37.000– procedentes de la Gerencia de Urbanismo porque el área de Movilidad no tenía presupuesto. “Los parches e improvisaciones inútiles son el modus operandi de UPN. Escurren el bulto y no afrontan los retos”.
En segundo lugar, el modelo de negocio que debía garantizar la viabilidad del servicio –los MUPIs, las pantallas de publicidad digital ubicadas en las bases– “se vio comprometido” desde enero de 2023 con una segunda licitación que fue a parar a la “competencia directa” de Ride On. “Las actuaciones incongruentes empezaron a generar pérdidas importantes a la empresa”, subrayó.
Por último, la ampliación del servicio en diciembre de 2023 –20 bases y 200 bicicletas– sin una redefinición correlativa de la plantilla. “No tuvieron en cuenta que aumentarían los gastos corrientes”, expresó.
Además, denunció que se produjo un sobrecoste en la instalación de las bases: “El precio unitario era de 3.300 euros, de media costaron más del doble y en algunos casos se superaron los 25.000”.