La reforma pendiente del monumento a los Caídos de Pamplona, uno de los últimos vestigios del franquismo que permanece en pie 50 años después de la muerte del dictador, ha entrado en su fase decisiva.

Tras el pacto político entre PSN, EH Bildu, y Geroa Bai que en noviembre de 2024 puso en marcha el proyecto para la transformación del edificio y las medidas posteriores que las tres mismas formaciones, con mayoría en el Parlamento foral y en el Ayuntamiento de Pamplona, han ido aprobando desde entonces, el expediente se encuentra pendiente de los últimos trámites.

Fue en el Pleno municipal celebrado a primeros de junio cuando se aprobó la última decisión relevante, la que ha permitido modificar el catálogo para adaptar la ficha del monumento franquista a la intervención prevista.

El acuerdo, así como los datos técnicos sobre lo que se pretende hacer con el edificio, fueron remitidos al Gobierno de Navarra, para que a través de la institución Príncipe de Viana, dependiente de la consejería de Cultura, emitiera el preceptivo informe, que además tiene la consideración de vinculante.

Concentración de las asociaciones memorialistas para pedir la demolición del monumento. Patxi Cascante

Su contenido se ha dado a conocer este jueves y avala la decisión del Ayuntamiento de retirar el nivel de protección del edificio. En concreto, permite las actuaciones de transformación sobre la parte exterior de la cúpula, como la eliminación de las cruces o de los templetes, o la incorporación de nuevos materiales de revestimiento o envolvente, así como la incorporación de piezas escultóricas o de otra naturaleza artística o arquitectónica en su entorno.

La resolución, firmada por el director general Cultura Ignacio Apezteguía, hace alusión a dos informes adicionales. Uno tiene la firma del servicio de Patrimonio Histórico, que se opone a reducir el nivel de protección y recomienda mantener el régimen actual (grado 2 para el cuerpo principal y grado 3 para las arcadas) como garantía de integridad formal y arquitectónica.

Este informe ha sido descartado por considerar que no incorpora una evaluación de la dimensión simbólica, histórica o social del inmueble, ni del mandato normativo introducido por la Ley Foral 3/2025.

Tampoco contempla, según recoge la resolución, los efectos de esta reforma legal sobre la funcionalidad y resignificación del edificio, por lo que el director concluye que este expediente no puede resolverse únicamente desde parámetros de conservación física, integridad arquitectónica o de protección legal del patrimonio arquitectónico de Navarra” sino que exige un análisis normativo integrado que incluya la legislación de memoria, los derechos culturales y la participación ciudadana en la reinterpretación del patrimonio”.

Informe de Memoria y Convivencia

El segundo informe ha sido elaborado por la Dirección General de Memoria y Convivencia y concluye que la modificación solicitada resulta coherente con el mandato legal establecido en la Ley Foral 3/2025, en cuanto que posibilita la retirada de elementos simbólicos de exaltación franquista, la ocultación de las pinturas del interior de la cúpula y la resignificación del edificio hacia usos vinculados a la memoria democrática.

Añade que esta resignificación es plenamente compatible con los estándares internacionales de derechos humanos y con el deber de preservar del olvido la memoria colectiva, evitando lecturas revisionistas o negacionistas. Además, subraya que el proyecto abre la puerta a un uso cívico y educativo del inmueble, en coherencia con programas impulsados por el propio Gobierno de Navarra.

Un poco más tardará el informe que debe elaborar el Comité de Expertos encargado de dotar de contenido al proyecto de transformación. Integrado por 14 especialistas, propondrá las materias del futuro centro de interpretación de memoria democrática y contra el fascismo que se prevé crear en el monumento, incorporando de forma prioritaria el relato sobre quiénes fueron los victimarios y cómo se desarrolló esa época de represión y muerte durante la guerra civil y el régimen franquista.

La previsión es que la propuesta de los expertos esté acabada en octubre.

Concurso de ideas

Tras el informe de Príncipe de Viana, el único informe que falta es el que debe elaborar el Comité de Expertos encargado de dotar de contenido al proyecto de transformación.

Integrado por 14 especialistas, el comité propondrá las materias del futuro centro de interpretación de memoria democrática y contra el fascismo que se prevé crear en el monumento, incorporando de forma prioritaria el relato sobre quiénes fueron los victimarios y cómo se desarrolló esa época de represión y muerte durante la guerra civil y el régimen franquista. La previsión es que la propuesta de los expertos esté acabada en octubre.

Cuando el documento haya sido entregada al Ayuntamiento de Pamplona, se pondrá en funcionamiento la tercera fase, la convocatoria del concurso de ideas. ya que si al Comité de Expertos le corresponde el fondo, los arquitectos serán los responsables de darle forma a la futura intervención.

A diferencia del que se celebró en 2018, donde todas las opciones, incluida el derribo, estaban habilitadas, el que está pendiente de convocar excluirá expresamente esta posibilidad y limitará el ámbito de actuación a los puntos acordados por las tres fuerzas políticas.

En concreto, la intervención permitirá actuar en la arquería del edificio, en la cripta, los muretes exteriores o sobre la gran cúpula, que podría quedar oculta o modificarse de tal forma que el paisaje urbano no esté condicionado por la construcción actual.

En cambio, se mantendrán las pinturas murales de claro contenido belicista que aparecen en el interior de la cúpula, por considerar que tienen su valor, aunque podrán ser ocultadas, sin destruirlas, para un visionado restringido con fines didácticos.

Mural que decora la cúpula interior del edificio, obra de Ramón Stolz. Javier Bergasa

Si se cumplen los plazos, la convocatoria del concurso de ideas puede concretarse en noviembre, coincidiendo con la tramitación de los presupuestos del año que viene, donde necesariamente habrá que consignar alguna partida para llevarlo hacia adelante.

Presupuestos para el año que viene

De hecho, el asunto ya está sobre la mesa en los contactos que se están manteniendo de cara a elaborar el presupuesto del Ayuntamiento para 2026, donde cabe recordar que uno de los socios de gobierno, Contigo-Zurekin, ya se ha manifestado en contra del proyecto de reforma al considerar que solo cabe el derribo.

Conscientes de que cualquier paso en falso puede suponer un frenazo o en el peor de los casos la anulación del expediente, EH Bildu, PSN y Geroa Bai están siendo escrupulosos en la tramitación, sin dejar margen a posibles recursos que traten de entorpecer o impedir que el edificio se convierta en un centro de interpretación de la memoria democrática y de denuncia del fascismo.

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Pese a todo, existe el convencimiento de que en algún momento de la tramitación del proyecto se presentará un recurso que intente impedir cualquier tipo de intervención. No son pocos lo que hubieran deseado una demolición completa del edificio y que hasta el último momento han intentado que fuera así, pero también hay que contar con los que quieren que el monumento franquista se mantenga como está y que harán todo lo posible, con la vista puesta en los tribunales de justicia, para que nada cambie.

Junto al proyecto de transformación del monumento, cabe recordar que el Ayuntamiento tiene pendiente de acometer la reforma del entorno urbano de la zona con el objetivo de ofrecer una continuidad entre el Ensanche y el nuevo barrio de Lezkairu, teniendo en cuenta que las escaleras y las arquerías que se mantienen en el edificio constituyen una barrera para el tránsito peatonal.