BILBAO - EH Bildu se ha sumado a las veladas insinuaciones realizadas por el Partido Popular de la CAV apuntando hacia el PNV, al que acusan de prácticas corruptas. Mientras que los populares ponen bajo sospecha la financiación de los alrededor de doscientos batzokis de la formación jeltzale en Euskadi y algunos en el exterior, la denuncia de la izquierda abertzale es más difusa y se centra en la gestión de los jeltzales durante sus años al frente de los diferentes niveles institucionales del país. En todo caso, las acusaciones del parlamentario de la coalición abertzale Pello Urizar son de trazo grueso ya que utiliza expresiones como “cosas que no son tan limpias” o “el cazo” cobrado, a su juicio, por personas vinculadas a la formación dirigida por Andoni Ortuzar.

Urizar señala que desde que su coalición accedió a la gobernanza de instituciones que históricamente estaban gobernadas por el PNV, se van viendo cada vez más “las fallas en la gestión desarrollada por la formación jeltzale y cosas que no son tan limpias”. En declaraciones a la agencia Europa Press, el parlamentario de EH Bildu y secretario general de Eusko Alkartasuna denuncia que “cada día aparecen casos que salpican poco a poco” la gestión del PNV. En este sentido, añade que “ese prurito de buena gestión que se le supone o de la que tantas veces alardea el propio PNV” no se corresponde con la realidad. Así, recuerda casos como el del Museo de Guggenheim, el Museo de Balenciaga, el de la Hacienda de Irun, el caso De Miguel en Álava, “o ahora mismo el tema Epsilón e Hiriko”.

A su juicio, “da la sensación de que hay algunos parámetros, desde el punto de vista ético, que el PNV no lo ha trasladado muy bien a su estructura, por decirlo de una manera suave”. Urizar va más allá y acusa a la formación jeltzale de haberse “beneficiado económicamente de todo este tipo de cuestiones, pero no está probado”.

código ético Aunque no dice a qué casos se refiere, Urizar señala que ha habido cargos del PNV que han sido condenados por cobrar “cazo” y malversación de fondos públicos, aunque a renglón seguido reconoce que no ha quedado acreditada la vinculación de estos casos con la financiación del partido. Sostiene que en algunos casos “quedó claro que había cazo, que había por lo menos malversación de fondos, que se sacaba el dinero público de aquí y se ponía en el otro lado, y que todas esas personas eran cargos del PNV, personas de confianza que el partido había puesto ahí”. En todo caso precisa que “todavía no hay un veredicto final y será la Justicia la que lo determine”. La coalición cree que el PNV necesita un “código ético” que traslade a sus estructuras internas para evitar casos fraudulentos ya que, en su opinión, es evidente que el partido “no traslada a su propia estructura que eso no se puede hacer”. Urizar pone como ejemplo a su coalición, “que sí tiene un código ético y tiene clarísimo que no está en las instituciones para hacer dinero”.

Las acusaciones de Urizar contra el PNV dan continuidad a las realizadas en los últimos días por la secretaria general del PP en la CAV, Nerea Llanos, y el parlamentario de esta misma formación Iñaki Oyarzábal, asimilando la trayectoria de la formación jeltzale a la del expresident de la Generalitat catalana y fundador de CiU Jordi Pujol y poniendo bajo sospecha la financiación de los batzokis. Al igual que Urizar, los dos dirigentes de la formación popular no han aportado pruebas concretas que respalden su acusación.

Sobre esta cuestión, Urizar sostiene que, como en el caso de los alkartetxes (sedes sociales de EA) y las herriko tabernas (sedes sociales de la izquierda abertzale), detrás de los batzokis “hay muchísimas personas que están dejando muchísimo esfuerzo y que también han dejado dinero”. A su juicio, el Partido Popular está actuando con mucha ligereza a la hora de realizar estas acusaciones de supuesta financiación irregular de los batzokis y le conmina a “no fijarse tanto en la mota del ojo ajeno y sí más en la viga del propio porque el PP tiene la cualidad de empezar a poner en marcha el ventilador creyendo que, si pringa a los demás, van a dejar de mirarle a él”.

Hacía así referencia a los diferentes casos de corrupción en los que el PP se ha visto implicado con sentencias judiciales de por medio. En las últimas semanas, dos altos mandatarios, Jaume Matas y Carlos Fabra, han ingresado en prisión o están a punto de hacerlo tras sendos fallos condenatorios por corrupción, sumándose así a Luis Bárcenas, ya encarcelado, y a las imputaciones contra los tres últimos tesoreros del partido.

ruptura de relaciones Con la llegada de las vacaciones de agosto, el PNV se ha visto envuelto en acusaciones que le endosan prácticas corruptas en la gestión de las instituciones y la financiación ilegal del partido. El caso va camino de convertirse en el culebrón del verano y habrá que ver si todo queda en un intercambio de acusaciones o tiene consecuencias políticas. Desde la formación jeltzale, su presidente en Gipuzkoa y portavoz parlamentario, Joseba Egibar, conminó a la formación liderada por Arantza Quiroga a retractarse y recordó que si hay una falta de respeto el PNV podría romper relaciones institucionales con el PP.

Sin embargo, los populares insisten en sus acusaciones y su número dos en la CAV, Nerea Llanos, señaló que no se arrepiente de haber dicho que “en Euskadi puede haber casos Pujol”, en alusión al PNV. En una entrevista al diario El Correo, la dirigente popular calificó de “exagerada” la reacción de la formación jeltzale y consideró que las amenazas de ruptura de relaciones por parte del partido dirigido por Andoni Ortuzar es tan solo “una escenificación”.