madrid - Jamal Herradi, el hombre detenido ayer en la estación de Atocha después de protagonizar presuntamente una falsa amenaza de bomba en un tren fue detenido también el pasado 13 de noviembre acusado de violencia de género. Se encuentra en tratamiento médico por problemas psiquiátricos por lo que estuvo ingresado el pasado mes de diciembre durante una semana.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ofreció ayer estos datos del detenido durante su comparecencia en una rueda de prensa sobre los fallecidos en carretera durante el 2014. Ahí aclaró que Jamal Herradi no tiene ninguna vinculación con grupos yihadistas. “Sí consta una detención en noviembre por amenazas y violencia de género por lo que se le aplicó una orden de alejamiento de la víctima y de su hijo desde el 15 de noviembre”, declaró.
Según dijo, se encuentra en tratamiento psiquiátrico al menos desde 2013 por un “trastorno de conducta” y fue ingresado en el hospital madrileño Gregorio Marañón durante una semana el pasado mes de diciembre. Fernández Díaz destacó “la celeridad, la profesionalidad y el buen hacer” de las fuerzas de seguridad y de los ciudadanos en el incidente.
La presunta amenaza de bomba mantuvo en vilo algo más de una hora a las fuerzas de seguridad, que rápidamente activaron la llamada Circular 50, protocolo habitual en casos de riesgo como este. Según relató el ministro, fue a las 9.50 horas cuando en el interior de un tren de la Línea 1 de Cercanías este hombre se levantó de su asiento con “una pequeña bolsa de plástico en la mano” y “profirió palabras de cierta amenaza que han causado revuelo”.
Fuentes policiales explicaron que había anunciado su intención de suicidarse en ese lugar. El ministro explicó que en ese momento todos los viajeros salieron del tren pese a que todavía se encontraban a “700 metros de la estación”. Según fuentes policiales, los viajeros detuvieron el convoy recurriendo a la palanca de freno de emergencia. También salió corriendo el propio Jamal Herradi, de nacionalidad española y origen magrebí.
En ese momento ya había sido alertada la Policía y los servicios de emergencia. Fueron los propios viajeros del vagón los que indicaron a la Policía quién era el hombre que había proferido tales expresiones y procedieron a arrestarle. Los viajeros también advirtieron a la Policía de que el hombre había dejado la bolsa que llevaba dentro del vagón por lo que se llamó a los Tedax de la Policía, expertos en desactivación de explosivos.
El ministro concluyó diciendo que que se trató de “una falsa alarma”. La versión policial añade que el hombre llevaba una mochila con una botella de agua y algunos objetos personales. - E.P.