El Gobierno de Navarra no dará un destino concreto a los 137,8 millones que el Estado ha devuelto a la Comunidad Foral por lo que aporto de más por el Convenio Económico en los ejercicios de 2020 y 2021. Al menos a su mayor parte. La presidenta, María Chivite, reiteró en el Parlamento que su voluntad es dar a los fondos un destino “mayoritariamente social”, pero matizó que de los casi 138 millones 93,7 millones se han reservado ya en el Departamento de Hacienda para compensar la menor recaudación prevista durante este año por algunas medidas planteadas para hacer frente a la inflación.

Cuestiones como la reducción del IVA de productos básicos de alimentación o la prórroga de la rebaja en el IVA de luz, aprobadas por el Gobierno central a finales de diciembre, y que tendrán un impacto presupuestario en forma de menor recaudación de 77 millones en 2023 y de 16,7 millones en 2024. De esta forma, quedarían algo más de 40 para otro tipo de inversiones. El Gobierno se comprometió durante la última negociación presupuestaria a consensuar con los partidos que apoyaron las cuentas el destino de ocho de los millones. Los socios del Gobierno tienen ya prevista una reunión para tratar este tema en los próximos días.

Un comodín para el Gobierno

El debate sobre el destino del dinero viene siendo recurrente entre los socios del Gobierno desde que Navarra y el Estado pactaron a principios de diciembre el nuevo cálculo de la aportación que realiza la Comunidad Foral a los gastos generales del Estado para 2020-2024. Como los dos primeros años ya se habían cerrado, el Gobierno central ha saldado ahora la diferencia con la devolución de los citados 137,8 millones.

Y los socios del Gobierno reclaman poder decidir el destino de esos fondos. Lo hace Geroa Bai, que apunta a las listas de espera y a la situación de la atención primaria. Y lo hizo también ayer EH Bildu, que incide en la necesidad de más gasto social. “Hay necesidades acuciantes ahora mismo”, señaló la parlamentaria de EH Bildu, Laura Aznal, que entre otras prioridades citó el ámbito sanitario, la renta garantizada, la Agencia de Transición Energética o el Instituto Navarro de Finanzas. “Cuente con nosotros para acordar un destino lo más oportuno y lo más justo posible”, subrayó.

Chivite recogió el guante, pero con algunos matices. La presidenta coincide en la necesidad de mejorar la financiación de la sanidad pública y aboga por apostar por el “destino social”. Pero de momento el dinero se queda en Hacienda con el argumento de que las últimas medidas, aplicadas después de aprobar los presupuestos, van a suponer menos recaudación. “Hay nuevas medidas de reducción de impuestos que van a afectar a esos 137 millones”, avisó.

El planteamiento en cualquier caso fue bien recibido por EH Bildu, que celebró que el Gobierno apueste por dar un “destino social” al dinero. Aznal reclamó además que no se haga como en 2018, cuando el Ejecutivo foral utilizó buena parte de los fondos devueltos por el Estado (en aquella ocasión fueron 215 millones) para reducir el endeudamiento y el coste de los intereses. “Pensamos que es del todo procedente dar un destino de carácter social a estos fondos. Le pedimos que acuerde con nuestro grupo”, reclamó Aznal.

La devolución del Estado queda en cualquier caso tal y como estaba, con lo que el Gobierno foral gana cierto margen presupuestario de cara a los próximos meses. De hecho, Chivite avanzó ayer, en este caso en respuesta a una pregunta de Podemos, que en función de la eficacia de las medidas que ya se han puesto en marcha para hacer frente a la inflación, como la reducción del IVA de determinados productos o la ayuda de 200 euros para familias con menos recursos, se estudiarán posibles acciones añadidas. Podemos por su parte reclamó una “intervención pública en la economía” para “proteger y garantizar las necesidades básicas” de la ciudadanía.