“Las negociaciones de Riad dibujan muy a las claras cómo entienden Estados Unidos y Rusia las relaciones internacionales. Unas conversaciones sobre la invasión de Ucrania en la que no está Ucrania”, enfatiza. “Son capaces de negociar el futuro de Ucrania sin Ucrania, es algo increíble, dejando fuera de juego a la Unión Europea”. A su juicio, en ámbitos de la izquierda hay una especie de admiración por la figura de Putin, como si fuese una reencarnación de Lenin, que da hasta risa decirlo”.
Para Barrena, Rusia y EEUU no son modelos políticos y económicos contrapuestos, sino “diferentes versiones del capitalismo”, y “como estamos viendo en Ucrania y en otros sitios, del imperialismo y las ansias de injerencia más salvaje”.
DEBILIDAD
Barrena recuerda que tanto en la Comisión Europea como en el Consejo Europeo, con “la presencia tan importante de la ultraderecha, dibujan la debilidad de Europa”. Europa en este contexto es “débil”, remarca. “Tiene una pugna interna muy grande por su modelo de futuro”, entre los que propugnan caminar hacia la integración política y los que vienen a decir que ya hay demasiada Europa y que los Estados recuperen competencias y **protagonismos”.
A su juicio, falta una política exterior europea. Además, “el modelo de autonomía estratégica que se ha intentado vender en los últimos tiempos es totalmente erróneo y altamente contradictorio, porque no hay autonomía estratégica que valga si a la vez se pretende que esos mismos Estados europeos sigan siendo miembros de una herramienta militar para la política exterior norteamericana como es la OTAN, una estructura que busca ser el brazo armado de la estrategia exterior estadounidense, con unos intereses a nivel global que no son los de Europa, son otros”.
“EEUU y Rusia son capaces de negociar el futuro de Ucania, sin Ucrania, es algo increíble”
Los de Europa, según Barrena, “pasan por afianzarse como un actor político sólido con proyección global hacia el resto del mundo”, mientras que la política exterior de EEUU, “más allá de que esté Trump u otro”, se fundamenta en una idea autopercibida de estar llamados a liderar el mundo y que “nadie más pueda jugar un papel político global con influencia”.
ARANCELES
Respecto a la cuestión arancelaria, para Barrena la “amenaza de la batalla económica” va a estar muy presente sobre la mesa. “EEUU quiere recuperar el liderazgo económico a base de medidas muy discutibles”, dice este eurodiputado, que augura problemas inflacionistas en EEUU, además de afecciones en “nuestros exportadores”.
Para Barrena, que ya fue eurodiputado en la anterior legislatura, ahora ha cambiado la correlación de fuerzas, y la entente entre el Partido Popular Europeo y los socialdemócratas ha derivado en una aritmética variable, donde el PP europeo puede conseguir mayoría en determinados temas con los grupos de ultraderecha. “Tradicionalmente en el Parlamento ha habido un cordón sanitario a los grupos de ultraderecha, y el Partido Popular Europeo ha empezado a levantarlo”.
Esto, a su juicio, coincide con que “llegan muy pocos temas de calado por ahora” a las sesiones plenarias, pues “la gente prefiere palparse la ropa antes de tirarse a la piscina” en ciertos asuntos.
Esto, según Barrena, “a los socialistas europeos les tiene que llevar a pensar cuál es el papel que quieren jugar en una legislatura de implementación de grandes marcos legales aprobados en la legislatura pasada, como la ley de Inteligencia Artificial y el Pacto de Migración y Asilo. La primera ya está en vigor, y la segunda se pondrá en marcha el próximo mes de julio, con unos contenidos que considera ‘muy restrictivos’, cuya implementación puede ocasionar ‘problemas serios’”.