El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José María Aierdi, ha dejado en el aire si la planta de biometano de Sesma será reubicada en una intervención en la que ha incidido en que estas instalaciones deben utilizar las mejores técnicas posibles para ser compatibles con el equilibrio territorial, así como implementar medidas de control. En paralelo, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin presentaron en el Parlamento una proposición de ley por la que se plantea una moratoria de dos años para la instalación de nuevas plantas.

En su intervención en el pleno, el consejero se refirió al biometano como “una oportunidad de competitividad y sostenibilidad para el sector primario y avanzar en los principios de economía circular”. Compartió que se deben utilizar las mejores técnicas posibles para que las plantas sean compatibles con el equilibrio territorial, así como la implementación de medidas de control.

Además, reconoció “la inquietud que ha generado estos proyectos” en Los Arcos, Viana y en concreto sobre Lodosa ha explicado que tuvieron el mes pasado una reunión entre el Ayuntamiento y la empresa en la que se buscó un acuerdo entre todas las partes. Por el momento, Aierdi ha revelado que la empresa se comprometió a reforzar las medidas de control, no así su reubicación.

Moratoria

También, Geroa Bai, EH Bildu y Contigo-Zurekin impulsaron una proposición de ley foral de modificación de la ley foral 17/2020 de 16 de diciembre, reguladora de las actividades con incidencia ambiental, por la que se plantea una moratoria de dos años para la instalación de nuevas plantas de biometanización anaeróbica en Navarra, incluyendo los proyectos presentados después del 1 de enero de 2024, sobre los que no haya recaído resolución firme en vía administrativa.

La medida, según explicó Geroa Bai en una nota de prensa, no afectaría a las plantas de autogestión de deyecciones ganaderas cuya capacidad no supere las 10.000 toneladas anuales. El portavoz parlamentario Pablo Azcona indicó que esta moratoria “estará en vigor hasta la aprobación de un nuevo decreto foral regulador de la gestión de estiércoles y digestatos, en el que ya trabaja el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.

Una medida que “llega tras la proliferación de este tipo de iniciativas en Navarra, con un total de 17 proyectos en marcha actualmente, en diferentes comarcas, de diversos tamaños y con un grado de desarrollo variado”. Azcona se mostró “convencido” de que la nueva normativa servirá para “garantizar una implantación equilibrada de este tipo de instalaciones en el territorio”, al mismo que tiempo que señala que se favorecerá que las plantas que se instalen en Navarra “se ajusten, en tamaño, a las necesidades y capacidad de acogida real de los territorios” puesto que “este tipo de proyectos debe garantizar la triple vertiente de la sostenibilidad: social, económica y medioambiental”.

Asimismo, apuntó que “este tipo de energía renovable no se puede convertir en la puerta de acceso para un modelo intensivo que rechazamos” y “que la propia sociedad navarra rechaza”. “Tampoco podemos freno a proyectos pegados a las necesidades y relacionados con el autoconsumo”, subrayó. –Diario de Noticias