Alrededor de 4.150 mujeres han optado desde 2007 por alquilar su vestido de novia, una alternativa que en el último año supuso un crecimiento del 35%, explicó Olga Frades, propietaria de Innovias, empresa creada en 2007 y pionera de este negocio. La idea de crear este servicio es aún poco conocido, no estuvo vinculado a la aparición de la crisis, sino a buscar un servicio para mujeres, para uno de los días más importantes de su vida, similar al existente para los novios. Para poner en marcha este negocio hizo falta una inversión de en torno al millón de euros que tuvo que salir de los propios bolsillos. El año pasado, la cadena facturó unos 2 millones de euros, lo que representa un 35% más que en 2008, siendo la tienda de la capital la que más ingresos generó, con un 72,9% de la facturación total. Que el vestido sea de alquiler no implica que haya sido usado antes ni que esté en mal estado.