Elisangela Borborema, una brasileña, de 28 años, a la que su marido atravesó accidentalmente con un arpón de pesca submarina consiguió sobrevivir a este suceso. "Podemos decir que ha resucitado. Ha tenido mucha suerte porque hay arterias que pasan por esta zona. Hemos tenido que planificar muy bien la retirada del arpón" que le atravesó la boca y quedó alojado en la primera vértebra cervical, declaró Marcelo Amaral, cirujano plástico que la operó. La mujer sigue ingresada en un hospital de Araruama (estado de Río de Janeiro) y, aunque por ahora no está previsto que reciba el alta, se encuentra estable. El arpón que le hirió a Borborema se disparó accidentalmente mientras su marido limpiaba su arma. "El proyectil atravesó la faringe, le rompió dos molares y se quedó alojado en la primera vértebra cervical. Con unos milímetros de diferencia, se habría quedado tetrapléjica o estaría muerta", subrayó el cirujano.