Vivir significa elegir para avanzar y esto nos lleva a estar tomando decisiones continuamente. Mientras unas son intrascendentes y las tomamos de una forma casi inconsciente, otras, por su relevancia y trascendencia, requieren de toda nuestra energía, atención y esfuerzo y a veces nos suponen un auténtico quebradero de cabeza.

La primera emoción que nos surge a la hora de tomar una decisión importante es el miedo a equivocarnos. La intolerancia a las posibles consecuencias negativas, la dificultad para renunciar a lo que no elegimos o ser demasiado perfeccionistas o autocríticos van minando la confianza en nosotros mismos y nos van dificultando cada vez más la toma de decisiones, pudiendo llegar a un bloqueo o a la procastinación.

Para echarnos una mano en este asunto, Mel Robbins, una gurú estadounidense en desarrollo y transformación personal, dio a conocer la regla de los 5 segundos. Movida por su propia experiencia vital, recogió esta teoría en su libro The 5 second rule y su objetivo es facilitar la toma de decisiones.

Esta regla es una herramienta sencilla pero muy útil para superar la tentación de procastinar, es decir, de dejarlo todo siempre para más tarde. Según Robbins, la clave está en que cuando tengamos que tomar una decisión no nos lo pensemos demasiado

Así, propone que ante una disyuntiva hagamos una cuenta atrás de 5 segundos y sin pensarlo más, actuemos de forma inmediata para superar la procastinación, la duda, el miedo y la falta de motivación. Señala que ese pequeño espacio de tiempo hará que centremos la atención en lo que debemos hacer en vez de actuar por impulsos.

Un hombre debe elegir entre dos opciones totalmente opuestas.

La experta asegura que tomar una decisión en tan pocos segundos sin apenas analizar ayuda a evitar la postergación, a aceptar directamente lo que hemos decidido y a superar el miedo a equivocarse. Al respecto, Robbins puntualiza que una vez que has tomado la decisión, debes ser consecuente y asumir que no hay un plan B

La gurú considera que esta regla es ideal para aquellas personas que son incapaces de tomar decisiones, que siempre dejan todo para después y que necesitan un empujón. Asegura que a la hora de hacer algo, si al cerebro le das tiempo para pensar mucho, este suele buscar excusas para no actuar.

No hay duda de que en esta técnica de Robbins hay mucho de valentía y de perder el miedo a equivocarse. La mayoría de las personas tenemos el instinto de actuar con cautela y no ser valientes, de mantenernos en una rutina segura en nuestra zona de confort. Sin embargo, la autora anima a no esperar siempre al momento más adecuado, sino a hacer de cada momento el más adecuado.