Las fiestas de Navidad significan de alegría, reencuentros y celebraciones, aunque también de excesos. Entre cenas familiares, reuniones de amigos y sobremesas sin fin, es sencillo perder el control de nuestra alimentación y dar inicio al nuevo año con kilos de más.
Si bien muchas personas ya están disfrutando del espíritu festivo, otras todavía andan preparando los últimos detalles de sus compromisos profesionales antes de dedicarse a disfrutar de estas fechas.
Consejos para no engordar
En cualquier caso, la Navidad suele traer consigo un incremento en el consumo de platos calóricos, dulces como turrones y polvorones, y bebidas alcohólicas. Sin embargo, esto no tiene que traducirse en un aumento inevitable de peso.
Siguiendo algunos consejos prácticos, es posible disfrutar de las celebraciones sin descuidar la salud ni la báscula.
Alimentación consciente, el primer paso
Uno de los principales consejos para evitar los excesos durante las fiestas es practicar la alimentación consciente. Esto implica prestar atención a lo que comemos y disfrutar cada bocado sin prisa ni culpa.
Según los expertos, el objetivo es no caer en la tentación de "comer con los ojos", sino centrarse más en la compañía y las conversaciones que en los platos sobre la mesa.
Comer pausadamente no solo permite disfrutar más de la experiencia gastronómica, también ayuda al organismo a activar las señales de saciedad, evitando que se coma más de lo necesario.
De este modo, es posible disfrutar de los festines navideños sin que ello implique excesos descontrolados.
Controlar el picoteo
El picoteo suele ser el enemigo silencioso de una alimentación equilibrada durante las fiestas. Para evitarlo, los nutricionistas recomiendan servirse un plato con las porciones que se desea consumir en lugar de comer de manera desordenada de cada fuente o bandeja.
Un plato equilibrado debería contener la mitad de sus alimentos en forma de proteínas, como carne o pescado, y la otra mitad en hidratos de absorción rápida, como las verduras, dando preferencia a estos sobre los hidratos de absorción lenta, como el pan, el arroz o la pasta.
Este método permite mantener un control más equilibrado sobre las cantidades consumidas y favorece una dieta más equilibrada.
Dulces y alcohol con moderación
Prohibir completamente los dulces y las bebidas alcohólicas en estas fechas puede ser una misión imposible, y tampoco es necesario. En lugar de evitarlos, la clave está en consumirlos con moderación y disfrutarlos sin remordimientos.
En el caso de los dulces navideños, se puede optar por porciones pequeñas y saborearlas de manera consciente. Algo similar ocurre con las bebidas alcohólicas. Si bien no es imprescindible eliminarlas, es importante tener en cuenta que las bebidas destiladas, como el whisky o el vodka, contienen el doble de calorías que una copa de vino o una cerveza.
Mantener el control sobre las cantidades es esencial para disfrutar de estas opciones sin comprometer la salud.
Aumentar la actividad física
Aunque las comidas y cenas navideñas puedan suponer un reto, la actividad física es una gran aliada para mantener el equilibrio. Para los especialistas, el cuerpo necesita más energía cuando realiza actividades físicas, por lo que incorporar ejercicio durante las fiestas puede compensar en parte los excesos alimentarios.
Los paseos al aire libre, las rutinas de fuerza en casa o cualquier actividad que implique movimiento son excelentes formas de quemar calorías adicionales y mantener el cuerpo activo.
Además, el ejercicio ayuda a controlar el peso y mejora el estado de ánimo, algo valioso en unas fechas donde las emociones están a flor de piel.
Disfrutar con moderación
La Navidad es una época para celebrar, y la alimentación no debería ser motivo de estrés o preocupación excesiva. Adoptar un enfoque equilibrado, donde la moderación y el disfrute consciente sean protagonistas, permitirá vivir las fiestas plenamente sin que el impacto en la salud sea significativo.
Cuando las celebraciones terminen y la rutina vuelva a la normalidad, será más fácil retomar hábitos saludables si se ha mantenido cierto control durante las fiestas. Al final, la clave está en disfrutar de los momentos especiales con la familia y los amigos sin dejar de cuidar el bienestar personal.