Desde la Clínica Universidad de Navarra definen orinar como el acto en el que se evacua la orina contenida en la vejiga. "Es un acto voluntario en el que el esfínter externo de la uretra se relaja, así como el de la vejiga, se contrae la musculatura vesicular y la prensa abdominal, por lo cual pasa la orina de la vejiga a la uretra y de esta al exterior", relatan.
Depende de la edad, el líquido que se bebe, los medicamentos que se tomen o el tamaño de la vejiga, entre otros
Un acto voluntario cuya frecuencia depende de factores como la edad, la cantidad de líquido que se beba, los medicamentos que se tomen, el tamaño de la vejiga o de determinadas enfermedades. Además, de la cantidad de líquidos que se ingieran cada día, una parte importante se perderá en saliva, secreción intestinal, lágrimas o sudor.
Según apuntan los expertos, lo normal es que el tamaño de la vejiga tenga una capacidad de 350 mililitros en las mujeres y 300 mililitros en los hombres. En personas que por distintos motivos deben aguantar muchas horas sin orinar, esta puede alcanzar los 600-800 mililitros. Con todo ello encima de la mesa, los especialistas señalan que 'lo normal' es orinar entre cuatro y diez veces al día.
La uróloga Cristina Barrera explica por qué sentimos ganas de orinar cuando escuchamos ruido de agua
En relación a este acto voluntario, hay una cuestión que genera debate y que la gran mayoría de la población se ha planteado en alguna ocasión: ¿Por qué sentimos ganas de orinar cuando escuchamos ruido de agua? Una pregunta a la que le ha puesta respuesta la uróloga Cristina Barrera en su perfil de TikTok, donde cuenta con más de 14.000 seguidores.
"¿Te ha pasado el gripo y de repente te entran ganas de orinar?", comienza planteando la experta. Una cuestión que aclara de la siguiente manera: "No es casualidad. Es una respuesta del sistema nervioso que hemos aprendido con el tiempo. Nuestro cerebro asocia ciertos estímulos como el sonido del agua, ver un baño o llegar a casa con el momento de orinar. Es lo que se conoce como condicionamiento clásico, como el experimento de Pavlov pero con tu vejiga. Este reflejo no le ocurre a todo el mundo por igual, es más frecuente en personas que sufren pérdidas de orina, que sienten urgencia repentina o que tienen la sensación de no vaciar bien la vejiga. También en quienes durante años han tenido el hábito de aguantarse hasta llegar a casa para orinar. Y sí, estos estímulos pueden provocar urgencia, incluso sin que la vejiga esté llena, pero la buena noticia es que esa respuesta puede reeducarse con estrategias conductuales", explica de manera detallada la uróloga Cristina Barrera.
Desde Tena señala que con controlar la frecuencia urinaria puede requerir cambios en el estilo de vida, tratamiento médico y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas. "Aquí hay algunas recomendaciones: Hidratación adecuada: Beber suficiente agua es importante, pero evite el consumo excesivo de líquidos, especialmente antes de acostarse. Evitar irritantes: Reducir o eliminar el consumo de cafeína, alcohol y alimentos picantes puede ayudar a disminuir la irritación de la vejiga. Planificación de horarios para orinar: Establecer horarios regulares para ir al baño puede entrenar la vejiga y reducir la frecuencia urinaria. Ejercicios del suelo pélvico: Los ejercicios de Kegel fortalecen los músculos del suelo pélvico y pueden ayudar a controlar la micción. Control del peso: Mantener un peso saludable puede reducir la presión sobre la vejiga y mejorar los síntomas urinarios. Tratamiento médico: Si se diagnostica una infección, cistitis, problemas de próstata o diabetes, seguir el tratamiento prescrito por el médico es crucial", detallan.