La cerveza es el tipo de bebida alcohólica que más se consume en el mundo. Según datos publicados por el portal estadístico internacional Statista, el pasado año 2023 se consumieron aproximadamente 125.000 millones de litros de cerveza.

"Una bebida alcohólica obtenida tras fermentar uno o varios cereales y aromatizar con lúpulo"

Como bebida fermentada, al igual que el vino o la sidra, está incluida, tal y como así se indica en un informe de la Asociación de Cerveceros de España, entidad que agrupa los productos de cerveza de España, en el texto de la Dieta Mediterránea, considerada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Según este mismo informe, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, también conocida como SENC2, la reconoce como parte de su Pirámide de la Alimentación Saludable, siempre que su consumo sea opcional y moderado en adultos sanos.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la cerveza es una bebida alcohólica obtenida tras fermentar uno o varios cereales (a menudo cebada) y aromatizar con lúpulo. Tal y como apuntan desde este organismo, esta bebida lleva en torno a un 5 % de alcohol, menos que el vino, pero bastan dos cañas para dar positivo en un control. Y no solo eso, según los experto de la OCU, "incluso las cervezas 'sin' llevan entre un 0,4 % y un 1 % de alcohol. Solo las que se venden como '0,0' carecen completamente de alcohol".

Esto es lo que dice la doctora María Muñoz sobre beber la cerveza directamente de la lata

Quien no ha dejado pasar la oportunidad de hablar de esta popular bebida ha sido la doctora María Muñoz, con nombre de usuario @dramariamunoz y que cuenta con más de 37.000 seguidores de Instagram. En el post la especialista en aparato digestivo reflexiona sobre beber la cerveza directamente de la lata.

"¿Eres de los que toma la cerveza directamente de la lata? Puede parece práctico, pero si quieres disfrutarla de verdad lo mejor es servirla en un vaso. Cuando bebes de la lata, estás anulando uno de los sentidos más importantes de la percepción del sabor: el olfato. Y sí, aunque creas que estás saboreando con la lengua, gran parte de lo que percibes como sabor en realidad es aroma. Si no permites que la cerveza entre en contacto con el aire, no liberas esos compuestos volátiles que tu olfato detecta, completando así su sabor. Además, al servirla en un vaso se libera el dióxido de carbono, se forma espuma, sino una capa protectora que retiene aromas y evita que se oxide tan rápido. Otro dato muy interesante es que cuando echas cerveza en un vaso, al liberar el dióxido de carbono reduces su acumulación en el estómago, y así no de hinchas tanto. La cerveza en lata da más eructos, sensación de pesadez e hinchazón abdominal. Si pensamos en algo muy simple, las latas también tiene el sabor del metal. Por muy limpia que esté la lata, siempre hay algún leve rastro metálico. Por último, también influye la temperatura, el vaso permite ver el color, la turbidez y sentir mejor la evolución de la temperatura. Por eso la cerveza fresca y en vaso frío", explica de manera detallada la doctora.