Hay una pregunta que puede incomodar a los más carnívoros: ¿punto de la carne? Para ellos, la respuesta siempre es la misma: poco hecha.

Actualmente está de moda comer hamburguesas de lo más variopintas y con sabores para los paladares más exquisitos. Con eventos multitudinarios como los concursos The Champions Burger, Campeonato de Hamburguesas, Burger Combat o espacios urbanos donde se coloquen food trucks durante las fiestas. Estos eventos se han convertido en un referente de la gastronomía callejera. Además esta tendencia ha llegado a los restaurantes, que, cada vez son más los que inundan las ciudades ofreciendo una amplia carta de hamburguesas.

Los expertos catadores y amantes de estas Burgers defienden el consumo de la carne poco hecha, ya que afirman que el sabor cuando la carne está menos hecha es mejor y más intenso.

Pero precisamente, la leve cocción de la carne puede conllevar diversos problemas de salud, en especial intoxicaciones. El principal problema es que la carne puede contener una bacteria llamada Escherichia coli y el consumidor puede desarrollar una intoxicación.

Esta bacteria está presente en la microbiota tanto de animales como de humanos, gran parte de ellas son inofensivas, pero otras pueden causar intoxicaciones. Puede provenir de diferentes focos, entre ellos la contaminación en el propio matadero (por una mala manipulación), la contaminación por una mala manipulación en el restaurante (las personas encargadas de elaborar las hamburguesas no se han lavado las manos después de ir al baño, han estado en contacto con animales o en contacto con la basura). También puede aparecer por contaminación con otros alimentos y utensilios utilizados en la cocina.

De hecho, el paso por Pamplona de The Champions Burger el pasado mes de septiembre de 2024 no estuvo exento de polémica, ya que dejó 23 intoxicados por esta bacteria.

The Champions Burguer.

Las principales consecuencias de ingerir una hamburguesa, o cualquier otro plato con carne poco hecha y contaminada con esta bacteria, se desarrollan entre 24 y 72 horas después de su consumo. Son:

  • Diarrea súbita e intensa.
  • Fiebre.
  • Cólicos.
  • Náuseas y vómitos.
  • Falta de apetito.
  • Síntomas de elevada gravedad como hematomas, palidez o incluso sangre en la orina.

La exposición a E.Coli puede conllevar ciertos peligros en personas de riesgo como los menores de tres años, embarazadas, personas mayores e inmunodeprimidas. En estas personas la infección puede conllevar a pancreatitis, necrosis intestinal o síndrome urémico hemolítico.

¿Cómo evitar una posible intoxicación?

  • Carne bien cocinada. Esto no quiere decir que la carne deba estar cocinada de más, si no que debe estar cocinada a una temperatura interna de mínimo 71ºC para eliminar las posibles bacterias nocivas. Se puede utilizar un termómetro para asegurar la temperatura interior de la carne.
  • Separación de alimentos. Utiliza utensilios, tablas y cuchillos diferentes o lávalos a conciencia para evitar la contaminación cruzada.
  • Higiene estricta. Lávate las manos a conciencia con agua y jabón antes de manipular cualquier alimento, así como después de haber estado en contacto con carne cruda.
  • Almacenamiento seguro. Refrigerar la carne en condiciones seguras y consumirla cómo máximo entre los tres y los cuatro días posteriores.

¿Existe el mismo riesgo en una pieza de carne entera como un chuletón?

No. El riesgo se da principalmente al ingerir carne picada cruda o poco hecha, como es el caso de estas hamburguesas, del steak tartar  o el carpaccio. En el caso de piezas de carne enteras como solomillo o chuletón, es muy difícil sufrir una intoxicación, ya que esta bacteria suele estar en la superficie de dichas piezas y durante el cocinado se eliminan.