Un estudio realizado por el Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica Universidad de Navarra, en colaboración con los departamentos de Endocrinología y Cirugía General, ha demostrado los beneficios del bypass gástrico de una anastomosis —un tipo de cirugía— para reducir los niveles de grelina, una hormona que se produce principalmente en el estómago y que posee un papel esencial en la regulación del apetito y el equilibrio energético.

 Los resultados de esta investigación, publicados en la revista The Journal of Nutritional Biochemistry, demuestran que esta cirugía provoca una pérdida de peso rápida y sostenida en el tiempo, activa la quema de grasa y el gasto energético, y mejora la sensibilidad a la insulina. Todo ello está mediado por los cambios hormonales y en el tejido adiposo que se derivan de la intervención.

 Los investigadores recurrieron a un modelo preclínico al que le indujeron obesidad mediante una dieta alta en grasas durante cuatro meses. Posteriormente, a un grupo se le practicó el bypass gástrico de una anastomosis, a otro una cirugía simulada para provocarle estrés quirúrgico y a un último se le administró una alimentación controlada, con el fin de diferenciar los efectos de la intervención de los derivados simplemente por una menor ingesta. Posteriormente se hicieron mediciones de peso corporal, la masa grasa y temperatura corporal –indicador del gasto energético– junto con otros marcadores como glucosa, insulina o lípidos.

 Una técnica quirúrgica mínimamente invasiva

 El bypass gástrico de una anastomosis es un procedimiento bariátrico que consiste en generar un pequeño reservorio gástrico conectado directamente con el intestino delgado. Se trata de una técnica mínimamente invasiva que reduce el tamaño del estómago y que, a diferencia del bypass gástrico clásico, requiere solo una unión intestinal.

 Según la Dra. Carlota Tuero, especialista del Área de Obesidad de la Clínica, “hemos comprobado que el bypass gástrico de una anastomosis produce una mayor pérdida de peso que la que se obtiene al reducir la ingesta de calorías. Además, mejora la sensibilidad a la insulina y la función del tejido adiposo”.

 Por su parte, la Dra. Sara Becerril, investigadora del Laboratorio de Investigación Metabólica y miembro del CIBEROBN, afirma que “estos resultados sugieren que la cirugía activa mecanismos metabólicos adicionales, posiblemente relacionados con un mayor gasto energético y con cambios en hormonas como la grelina y la GLP-1, lo que abre la puerta a nuevas estrategias terapéuticas contra la obesidad y la diabetes tipo 2”.

 Además, el Dr. Víctor Valentí, codirector del Área de Obesidad de la Clínica, ha destacado que “el estudio ha sido un trabajo colaborativo entre los diferentes especialistas e investigadores que conforman el Laboratorio de Investigación Metabólica. Los hallazgos nos han permitido demostrar que el bypass gástrico de una anastomosis provoca un reajuste metabólico y que sus efectos van más allá de la simple reducción de calorías. Esto podría traducirse en tratamientos más eficaces y menos invasivos para tratar la obesidad y controlar otras enfermedades asociadas”.