Manuel García Rubio 'Manolo Rubio' (1974-2013)

Comenzó su labor como doblador de los encierros de Pamplona en 1974. En 2013, después de 40 años de servicio, fue sustituido por el torero estellés Francisco Marco. Con 320 encierros en su haber, sin fallar ni uno solo, es el doblador del encierro con mayor número de presencias. Manolo Rubio nació en la localidad albaceteña de Villarrobledo el 26 de marzo de 1950. La primera vez que pisó Pamplona, en los Sanfermines de 1965 y con apenas 15 años de edad, lo hizo tras viajar en autostop desde Salamanca. Casualidad o providencia de la vida, el automovilista que le asistió fue Pepe Moneo, novillero de Tudela y por entonces doblador de los encierros. Desde muy joven fue acogido por distintos pamploneses: los aficionados del bar Brasil, Luzdivina en la calle Zapatería, Javier y Ester Apesteguía en la Avenida de Bayona y Burutáin y Miguel Ángel Beruete, que le pagó sus primeros jornales como ayuda en labores de pintura y lijado. Y, por supuesto, y en lo que se refiere al toro, por Jesús Gracia. Finalmente, Rubio se asentó en su primera vivienda propia en la calle Descalzos. Valga esta casual y descrita llegada a la ciudad para reparar en que el protagonista acabara en convertirse en un navarro y taurino de primer orden. En esta plaza, donde entrenó a diario desde que se empadronara en Pamplona, toreó infinidad de veces, empezando por las funciones de toreo cómico, las novilladas económicas y otros festivales.  Luego subió los demás peldaños presentándose como novillero con picadores y tomando la alternativa el 19 de abril de 1974. Cuatro años después, cambió el oro por la plata y pasó a engrosar las filas de los subalternos, donde alcanzó mucho prestigio en varias cuadrillas, pero especialmente en la de Raúl Gracia, ‘El Tato’, hasta su definitiva jubilación.

El mismo año de su alternativa, 1974, debutó como doblador del encierro. Esta labor la realizó ininterrumpidamente durante 40 años, sin faltar en una sola ocasión. Todo un compromiso que amplió en todas las ocasiones que hubo encierros en las fiestas se septiembre con motivo de San Fermín de Aldapa. Reparando en los datos, Manolo Rubio ha sido uno de los toreros que de modo más variado y completo ha pisado en actividad profesional el ruedo pamplonés. Junto a Francisco Marco encabeza el escalafón de novilleros con picadores por número de actuaciones en esta plaza (cuatro festejos y cinco orejas). Y es, por delante del mítico Pedro Chaverri ‘Chico de Olite’, el doblador que ha intervenido en más encierros en esta plaza: 320 en total. En la actualidad, vive retirado en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) pero sus hijas y nietos siguen siendo, además de naturales, vecinos de Pamplona