pamplona. La Cuenca de Pamplona fue ayer la zona más afectada por la tormenta. Concretamente, Pamplona, Berriozar y Zizur registraron un mayor número de intervenciones por achiques, filtraciones, desciegues y reconocimientos de garajes e instalaciones eléctricas.

Los más de 40 l/m2 que cayeron en Berriozar provocaron inundaciones en el sótano del Consistorio, en el centro de salud y en garajes (plaza Eguzki). "Los colectores se han saturado y algunas arquetas se han abierto y ha entrado el agua que sobraba", dijo el alcalde, Xabi Lasa. Durante la mañana, el Consistorio no tuvo Internet. La lluvia también deterioró los caminos del monte.

En Zizur Mayor a partir de las 23.45 horas el teléfono de la Policía Local no paró de sonar registrándose cincuenta llamadas simultáneamente. La A-12 tuvo que cortarse por una balsa, y bajos y garajes quedaron inundados, ocasionando numerosos daños materiales.

La tormenta dejó Barañáin "echa un cristo", afirmó el alcalde, José Antonio Mendive. El agua entró, además de en garajes, en el Ayuntamiento, las escuelas infantiles, los colegios, la Casa de Cultura, las piscinas de Lagunak... Durante el día tres brigadas limpiaban arquetas, rejillas y sumideros para que, si repetía, desalojasen más fácil el agua.

En Orkoien se inundó "el polideportivo, hay desperfectos en el colegio por filtraciones y techos que se vendrán abajo y se tendrán que reparar", indicó el alcalde, Casimiro Larrea. También entró agua en "garajes y media docena de empresas". Tras manifestar que fue "una burrada lo que cayó: 60 litros en dos horas y media", indicó que "es un problema de dimensión, no hay urbanización que tenga unas tuberías para recoger esas cantidades de agua porque no es normal". Además, recomendó "mantener limpios" los desagües y bajantes privados. En Burlada entró agua a la parte baja del Palacete y en Villava, los bomberos retiraron un árbol que se estaba a punto de caer al río Ultzama.