Hernández ha recibido, junto con la china Shan Shan Qiu Shao, la beca Dr. Ignacio Landecho de apoyo a la formación MIR, que otorga la Fundación Colegio de Médicos de Navarra con el patrocinio de Laboratorios Cinfa. Ambas becadas contarán con 3.000 euros para financiar su estancia formativa, que en el caso de Hernández se realizará en París y en el de Shan Shan Qiu Shao, en el Ghang Gung Memorial Hospital de Taiwán.

Elena Hernández, de 30 años, fue una de esas niñas que no se separaba de la televisión hasta que no se terminaba el capítulo completo de Érase una vez... ¡la vida! Tras estudiar Primaria y Secundaria en Vitoria, ciudad donde nació, Hernández se licenció en Medicina en la Universidad de Navarra: "Después, preparé el MIR, opté en primer lugar por Pediatría, aunque abandoné porque no era lo que esperaba. Volví a hacer el examen y elegí Neurología, una especialidad de 4 años que terminaré en mayo y, a la vez, hago el doctorado". Las enfermedades neuromusculares, aunque son poco frecuentes, son crónicas e incapacitantes y generan costes para el Sistema Nacional de Salud: "Suelen ser genéticas, producen debilidad y no tiene un tratamiento curativo, pero se buscan sistemas para aliviar los síntomas", señala la vitoriana.

En los pocos días que lleva en Francia, una de las cosas que le resultan novedosas es la manera de trabajar del país vecino: "De 8.30 a 12.00 horas tienen consultas de entre media hora o cuarenta minutos por paciente. Por la tarde, se dedican a investigar, escribir artículos... hacen estudios de sus pacientes, a quienes evalúan a nivel social, psicológico, de rehabilitación, etc. Pagan a los médicos por tener a sus pacientes bien atendidos y los profesionales adquieren autonomía según van cumpliendo objetivos; no es como aquí, que se funciona de una manera muy intervencionista", explica Hernández.

En cuanto al futuro, la joven afirma: "Es más fácil que te digan que no pueden pagarte que que no tienen trabajo. Cuando termine en París pensaré qué hacer, aunque tengo claro que estoy abierta a trabajar en Navarra, España o en Europa. Hay grupos de estudio a los que me gustaría aplicar, pero dependerá de las condiciones económicas del país en concreto".

vuelta a los orígenes Shan Shan Qiu Shao nació hace 30 años en Wen Zhou, China. Cerca de allí, concretamente a Taiwán, viajará en los meses de octubre y noviembre. La joven, que a los 7 años se trasladó con su familia a Madrid, donde estudió Medicina, está realizando la especialidad en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora en la Clínica Universidad de Navarra. "Me comenzó a interesar la microcirugía y decidí hacer esta especialidad, que dura 5 años y que según el Ministerio es deficitaria", indica Qiu Shao.

El hecho de que Taiwán sea un país muy poblado, "hace que haya muchos pacientes y muchos casos al día, por lo que va a ser una experiencia muy enriquecedora", indica la joven, que también aprovechará para volver a sus orígenes, en donde trabajó su abuelo, médico tradicional y científico.

"Aunque me he formado en España, estoy interesada en saber cómo se trabaja en el otro lado del mundo, que realmente es mi mundo. Escogí el centro Ghang Gung Memorial Hospital porque está liderado por Fu Chan Wei, uno de los mejores microcirujanos; cada día hay 5 quirófanos dedicados a microcirugía y es uno de los pocos centros que cuenta con una unidad de cuidados intensivos sólo para microcirugía", explica la joven.

Shan Shan Qiu Shao espera poder aprender nuevas técnicas de microcirugía y disección de colgajos: "Se trata de una subespecialidad dentro de la cirugía plástica reconstructiva que permite aportar tejido a la zonas u órganos del cuerpo que han sido resecadas por un tumor o traumatismo y que no disponen alrededor de tejidos suficientes como para cubrir la parte afectada".