marcilla. Alcohólicos Anónimos celebró el viernes por la tarde en Marcilla el 77º aniversario de su fundación. La reunión pública, que se celebró en el recién inaugurado castillo, contó con la presencia de expertos en el tema. En la mesa de debate, junto con varias personas que superaron este problema, participaron el alcalde del municipio, José María Abárzuza, y los concejales María Pérez y Mario Fabo.
A las 19.00 horas comenzó esta velada que se alargó cerca de una hora y que cada año se celebra en una localidad navarra.
Alcohólicos Anónimos congrega a una serie de personas que comparten el mismo problema; el alcoholismo. "El paso más complicado es aceptar que se tiene un problema, pero una vez asimilado es muy importante saber que hay medios para solucionarlo y personas dispuestas a escuchar lo que tenemos que contar", apuntaba Javier, miembro de AA, que añadía que "las reuniones son de una ayuda inmensa porque ahí compartimos vivencias y experiencias".
Marta, miembro también de la fundación comentaba que el teléfono de Alcohólicos Anónimos funciona las 24 horas del día e insistía en que para superar el alcoholismo hay que ir día a día: "hoy no voy a beber y mañana trataremos de volver a hacer lo mismo".
Para estos miembros, AA ha supuesto una vía de escape a sus problemas, una forma de volver a encarrilar sus vidas y de recuperar a sus familias, sus trabajos y dinero. "Nuestro consejo para aquellos que les preocupa su manera de beber es que no tengan miedo y que luchen, que se den la oportunidad de intentarlo porque siempre hay esperanza. Puede haber personas que no quieren acudir a las reuniones por si conocen a alguien, pero tienen que entender que si la otra persona también está ahí es porque tiene el mismo problema. Nos somos bichos raros, sino personas tratando de solucionar un problema".
Alcohólicos Anónimos celebra su 77º cumpleaños con el objetivo de seguir ayudando a millones de personas. Se trata de una fundación en la que los miembros no pagan cuotas por acudir a las reuniones y en la que el único requisito para entrar es "tener el firme deseo de dejar de beber".
