pamplona. Los desguaces de la Comarca de Pamplona están ya preparados para comenzar a recibir las decenas de vehículos afectados por la riada y que las aseguradoras peritarán como siniestro total. Una carga de trabajo que para ellos tampoco supondrá grandes beneficios, ya que la mayoría de esos vehículos están tan llenos de barro que de ellos solo se podrá aprovechar parte de la carrocería.

Agustín Martín, de Desguaces Zulueta, recalca que, a pesar de lo que pueda parecer, "nosotros no sacamos mucho beneficio de estos vehículos. Un coche inundado es el peor vehículo que nos puede llegar". Y es que el daño que provoca en el coche el agua es tal que es imposible reparar las piezas. "Con el barro, la tapicería y el motor se quedan completamente inservibles. Además, todos los elementos eléctricos se estropean con el agua. Como mucho, lo único que vamos a poder salvar es la chapa, si no está abollada", añade.

A esta falta de beneficio hay que añadir que el desguace se tiene que hacer cargo de la destrucción del coche, por lo que Agustín asegura que "esta riada, para nosotros, no es ningún chollo".

Todavía no les ha llegado ningún vehículo y estiman que tardarán en recibirlos. "Primero tienen que ponerse de acuerdo los seguros y los propietarios, ver quién y cuánto van a pagarles, y luego nos llamarán a nosotros", añade. Un proceso largo por el que no esperan que reciban los primeros coches hasta la semana que viene.

el proceso A pesar de que el beneficio que el vehículo le pueda reportar al desguace es prácticamente ninguno, el trabajo es el mismo que con un coche en buen estado. "Primero tenemos que dar de baja el vehículo en la DGT, después hacer el certificado de destrucción y luego ya ver si podemos salvar algo", cuenta Manolo Monzón de desguaces La Cabaña.

En su caso ya tienen experiencia en este ámbito ya que tuvieron que gestionar varios vehículos de los afectados en la riada de 2009. "Aquella vez nos llegaron unos 50 coches y poco pudimos salvar de ellos porque estaban muy dañados por el agua. Si se dañan partes mecánicas o eléctricas ya no nos sirven para nada", señala.

Por este motivo, Manolo asegura que, para ellos, "esta catástrofe no nos reporta nada. Para los pintores y albañiles sí genera trabajo, pero no es nuestro caso", añade.

l Problemas a partir del nivel de las alfombrillas. Siempre que el agua esté por debajo del nivel de las alfombrillas no hay que preocuparse. Los problemas comienzan a partir de ahí porque es donde está el aparato eléctrico, la parte más complicada de reparar.

l Mejor no arrancar el motor. Después de que el vehículo haya dejado de estar inundado, es mejor no arrancar el motor, ya que estará lleno de agua. Si se pone en marcha, esta se esparcirá por toda la zona, complicando su reparación. Para ello lo mejor es llevarlo al taller y que allí vacíen el agua.

l Desconectar la batería y el filtro de aire. Ante la posibilidad de que siga habiendo agua en el motor o en alguna zona cercana, es recomendable desconectar la batería y el filtro de aire para evitar que el daño sea mayor. Además, si el coche tiene Intercooler (muy común en los diésel) también hay que quitarlo, ya que es probable que tenga agua.

l Más fácil de solucionar en los coches viejos que en los nuevos. El mayor problema derivado de que se inunde un coche es que todos los elementos eléctricos quedan empapados, impidiendo que puedan funcionar. Por este motivo hay que secarlo todo perfectamente, ya que cualquier resquicio con agua puede hacer que la avería reaparezca en unos meses o días. Esto hace que los vehículos más antiguos, al tener menos elementos eléctricos, sean más fáciles de reparar.

l Verificar que el combustible no contenga agua. Para comprobar si hay agua en el combustible hay que sacar, al menos, dos litros, ya que lo anterior pertenece al contenido del filtro. Para solucionar este problema hay que vaciar completamente el tanque y limpiarlo. Además, el filtro hay que reemplazarlo por otro nuevo.