pamplona. Shakira G.N., la niña de 7 años del poblado desahuciado de Puerta de Hierro (Madrid), gravemente enferma a causa de un tumor cerebral, falleció nueve meses después de que la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS) concediera a sus abuelos una vivienda social en el distrito de Tetuán. El pasado agosto, la niña ingresó en la Clínica Universidad de Navarra para comenzar un tratamiento, pagado gracias al dinero logrado por una colecta. Según fuentes de la CUN, Shakira falleció hace más o menos un mes en Madrid, pero no han podido aportar más información al tratarse de datos confidenciales. Trajeron a la niña a Pamplona en agosto para recabar una segunda opinión sobre su enfermedad, aunque el tratamiento lo continuó en Madrid.
Amnistía Internacional denunció públicamente la situación de la menor, afirmando que la niña se vio obligada a vivir en una furgoneta con sus padres durante dos meses tras el desalojo de Puerta de Hierro. "Quizás fuera uno de los casos de desalojos forzosos más graves que hemos podido documentar en España y en la Comunidad de Madrid, desde luego", apuntaron desde la asociación.
Los desalojos, que tuvieron lugar el 17 de junio del año pasado en el poblado Puerta de Hierro, Madrid, hicieron que 300 personas se quedaran sin casa y tuviesen que vivir en furgonetas o tiendas de campaña. Entre esas personas, se encontraba Shakira, que vivía con sus abuelos cuando fue expulsada de su vivienda junto a 21 familiares. A la pequeña se le diagnosticó un tumor cerebral cuando comenzó a sufrir dolores de cabeza, que en un principio, se asociaron a una infección de oído. La principal preocupación de su abuela cuando acabase el tratamiento era el hecho de tener que volver a la calle.
La familia se puso en contacto con el Ayuntamiento de Madrid con el fin de conseguir una vivienda social. El Ayuntamiento determinó que los padres no cumplían los requisitos de empadronamiento para ser realojados, pero los abuelos sí, aunque rechazaron la vivienda. Un auto del juzgado contencioso administrativo número 12 de Madrid, de 26 de diciembre de 2011, denegó al Ayuntamiento gobernado por Ana Botella la autorización para derribar la chabola si no les proporcionaban una nueva casa. El Consistorio les ofreció alojamiento, pero los abuelos alegaron que solo les había dado una vivienda de dos dormitorios en régimen de alquiler.
Finalmente, la familia de Shakira aceptó a finales del verano pasado la vivienda de la EMVS ofrecida anteriormente por el Ayuntamiento de Madrid hasta en dos ocasiones pero rechazada en ambas. La vivienda fue puesta a nombre de los abuelos de la menor al ser quienes reunían los requisitos para acceder a la adjudicación como estar empadronados en Madrid, no haber sido titular o beneficiario de vivienda protegida en los últimos veinte años o no ser titular de otra vivienda en todo el territorio estatal, entre otros.