pamplona.El desgraciado suceso que tuvo lugar el pasado domingo 4 de agosto en el término municipal de Monte Alto, en Milagro, y que se cobró la vida de Juan Carlos Osés y Luis de la Vega ha puesto en escena la práctica del pilotaje de ultraligeros. Al menos medio centenar de personas en Navarra tienen una licencia de vuelo que les permite conducir los 42 ultraligeros que hay distribuidos en los tres clubes de vuelo: club deportivo de vuelo Los Pelícanos, en Sesma; club de Agua Salada, en Tudela; y club de Vuelo Lumbier, en la citada localidad. En el aeropuerto de Noáin también está el Real Aeroclub de Navarra, que alberga tres avionetas, pero no ultraligeros (por operar éstos en un campo específico según la normativa vigente). Cabe señalar que no existe un único modelo de ultraligeros, sino que hay de varios tipos.

En el Club de Agua Salada, de Tudela, que lleva funcionando 15 años y tiene 14 socios, hay una representación amplia de estos aviones. "Tenemos el pendular, los ultraligeros de tres ejes que son de tipo avioneta, de aluminio, de fibra y de autogira", señala Rudi Ortiz, del club de Agua Salada.

En general, la práctica de los ultraligeros se suele realizar "dependiendo del tiempo que tenga cada usuario para el ocio", explica Ortiz y las zonas que se sobrevuelan varían según las características del aparato que se pilote. "Puede ser un vuelo de palomeo (consiste en volar por las inmediaciones del campo de vuelo), de ala delta, de avioneta, de globo o bien se planifican viajes", indica Ortiz. En el resto de los clubes la práctica es similar. "La mayoría de personas tiene su avión y dependiendo de la disponibilidad de cada uno, lo utilizan", señaló Juan Antonio Gordoa, jefe de vuelo del club Los Pelícanos.

vuelos locales Uno de los vuelos más comunes es, precisamente, el que escogieron Osés y de la Vega, consistente en la vuelta local. "Salieron de Sesma a las 11.15 horas e iban a realizar un vuelo local a la zona de Milagro y Peralta", explicó Gordoa. Los vuelos locales cubren un área de unos 20 o 30 kilómetros y suelen tener una duración de tres cuartos de hora a hora o hora y media. En Lumbier, por ejemplo, "abarcarían la zona de Aoiz rodeando todo el pantano de Itoiz, Sangüesa y Cáseda", indicó Mikel Martínez, del club de Lumbier. Los fines de semana son los días más frecuentes para ejercitarse con estos aparatos.

una práctica segura Los tres centros coincidieron en destacar que el pilotaje de un ultraligero es una práctica segura. "Se piensa que es una actividad de riesgo porque no es muy conocida por la población y porque solo sale en los medios cuando hay un accidente", subrayó Ortiz, del club Agua Salada. Ni en Tudela ni en Sesma recuerdan que se haya producido un accidente de estas características en las localidades respectivas. En Navarra, desde 1999, se han producido diez accidentes aéreos, en tres de ellos el aparato que se pilotaba era un ultraligero y ninguno tuvo que ver con el choque con un buitre.

La licencia de pilotaje de un ultraligero requiere una formación que consta de clases teóricas y prácticas y la duración del curso "depende la habilidad del usuario", afirma Ortiz. Mikel Martínez, del centro de Lumbier, explicó que "una vez que se obtiene la licencia, se está capacitado para pilotar cualquier avión, aunque hay que tener en cuenta que cada aparato tiene sus características". En el centro de Tudela, por ejemplo, se encuentran personas que "llevan 30 años volando y otras que han adquirido la licencia hace tres o cuatro años", indicó Ortiz.

El perfil de un piloto de ultraligero es un hombre de entre 30 y 60 años y con una capacidad adquisitiva elevada para pagar el garaje, el mantenimiento del aparato y la gasolina. El gasto es de unos 4.000 euros al año.