madrid - Una mujer de 38 años de nacionalidad rumana murió ayer en Móstoles convirtiéndose en la víctima número 36 de la violencia de género en lo que va de año. Su marido y presunto autor de los hechos, un hombre de 61 años y de nacionalidad peruana, fue detenido. El 091 recibió una llamada de alerta a las 22.25 horas en las que se informaba de que había una fuerte pelea en un bajo del número 6 de la plaza de Fuensanta.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó una unidad del SUMMA, que encontró a la mujer tendida en el suelo, fallecida debido a varias heridas por arma blanca. La Policía procedió en ese momento a detener a su marido, que responde a las iniciales L.I.D., y sobre el que no constan antecedentes penales. Por su parte, la Policía Científica inspeccionó el inmueble y el cuerpo fue trasladado ya de madrugada hasta el Instituto Anatómico Forense de Madrid para practicarla la autopsia.

Vecinos del inmueble explicaron que fue una menor, hija de la pareja, quien dio la voz de alarma gritando “han matado a mi madre”. Por su parte, el vecino de rellano de la vivienda en la que vivía la víctima relató que, cuando ocurrió todo, estaban cenando. Al parecer, oyeron “un golpe muy fuerte y al poco rato mucho ruido”. Poco después, salieron a mirar y ya observaron la llegada de la Policía. Este joven cuenta que en ese tiempo no vieron salir “a nadie del piso”, hasta que sacaron al hombre “detenido”. Asimismo, contó que la mujer, que llevaba mas de un año viviendo” en ese piso, residía con la niña, hija del matrimonio, y otro hijo de 17 o 18 años.

no había denuncias La mujer no había denunciado por amenazas ni malos tratos a su marido y presunto autor de su asesinato, quien carece de antecedentes. El hombre declaró ayer ante la Policía y reconoció los hechos. Se ha confirmó que no tiene antecedentes previos por violencia de género, ni denuncias ni órdenes de alejamiento en este sentido. El hombre reconoció los hechos a los agentes en la comisaría de Móstoles y señaló que todo fue fruto de una acalorada discusión.

Víctor, un hombre que reside en un piso contiguo al del escenario del crimen, dijo que en casa de sus vecinos “nunca se escuchaba jaleo, ni gritos ni peleas”. De la víctima, este vecino afirmó que era una mujer “normal, joven y trabajadora”, y del marido, que “la sacaba bastante edad” y que es “gentil y educado”.

Otros dos vecinos, un hombre y una mujer, explicaron que nunca notaron problemas o fricciones en la pareja, que era “de misa todos los domingos” y “personas llanas y sencillas”.

casos registrados La víctima es la cuarta registrada en lo que va de agosto, después de los casos ocurridos en Berja (Almería), Orihuela (Alicante) y Torrox (Málaga). La última víctima mortal de la violencia machista es, además, la quinta contabilizada en Madrid, la tercera comunidad, junto con Galicia, más trágica en cuanto a los casos registrados por este tipo de violencia, tras las nueve mujeres muertas en Andalucía y otras 6 en Cataluña. Once de las 36 mujeres fallecidas este año habían presentado denuncias, aunque dos las habían retirado, ocho obtuvieron medidas de protección y en tres de los casos éstas habían cesado.

El alcalde de Móstoles, Daniel Ortiz Espejo, en nombre de toda la corporación y de los grupos municipales condenó la última muerte de violencia de género y “muestra toda su solidaridad con la familia” de la mujer asesinada. En un comunicado el alcalde dijo que la fallecida, de nombre Verónica, es la “última víctima de la violencia de género, víctima de esta lacra social que la población mostoleña rechaza con rotundidad”. - E.P./Efe

reclama nuevas sanciones

Frases e imágenes. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad considera que hay que ser “contundentes” ante iniciativas que exalten o justifiquen la violencia de género y castigarlas con el Código Penal, para evitar así casos como los de varias discotecas en Baleares este verano. La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, opina que hay que cambiar “el ideario social que justifica determinadas frases, comentarios o imágenes contra la mujer y que se pueden convertir en un delito”. Hernández rechaza de forma rotunda las iniciativas protagonizadas por las discotecas, como la que distribuía camisetas con una ilustración que representa a un hombre pegando a una mujer. “Le hemos propuesto a Justicia que cree un nuevo tipo penal en el que estos actos sean consideradas delito”, subrayó.