irun - Implicado con los actos festivos de su localidad, afable, cercano, dinámico y abierto. Todas las personas próximas a Asier Martiarena coinciden en describirlo de ese modo. Este irundarra, casado y con dos hijas, era muy conocido en la ciudad por su participación en actos populares como la Euskal Jira, cuyo comité organizador presidía tras suceder a su padre, José Julián Martiarena, fallecido en 2002. De esta manera, Asier tomó el relevo de su progenitor, quien en 1979 revivió esta fiesta que se celebra en agosto y cuyo origen se remonta a 1928.
Su hijo acometió la tarea de sostener y tirar del legado de su padre, rodeado de colaboradores, quienes ayer lloraban su desaparición. “Era el alma máter de la Euskal Jira, concitaba la voluntad de todos. Siento un gran dolor por su fallecimiento, me ha dejado conmocionado”, expone a este diario Xabier Txapartegi, miembro del comité organizador del acto festivo estival, en el que desfilan diferentes gurdiyas representando aspectos de la identidad vasca.
Txapartegi recuerda a Asier como una persona “afable y con mucho ímpetu”. “Facilitaba el trabajo de todos, tenía voluntad de servicio. Le gustaba concretar las cosas y hacerlas”, describe.
Similar opinión mantiene Lauren Etxepare, participante en la Euskal Jira, quien conocía de primera mano la personalidad de Asier. “Era una persona muy implicada con las fiestas de la ciudad, activo y organizador”, detalla. Además agrega otras dos características del hombre que perdió la vida ayer en el accidente de tráfico: “Era discreto, tranquilo y bonachón”.
El alcalde del municipio bidasoarra, José Antonio Santano, ha tenido ocasión de tratar con Asier en numerosas ocasiones a lo largo de los años para coordinar la organización de la fiesta vasca. El primer edil irundarra lo recuerda como un hombre “lleno de tesón y muy trabajador”. “Se volcó en favor de la Euskal Jira, siguiendo la figura de su padre. Ponía pasión en lo que hacía”, pormenoriza Santano.
El pasado sábado, Asier se reunió en torno a la mesa con sus compañeros organizadores del acto festivo de agosto. Todos los años acostumbran a celebrar una comida como acto de unión y fraternidad del grupo que impulsa el evento veraniego. Nunca hubiesen imaginado que ese tradicional acto gastronómico iba a suponer la despedida de Asier, el alma máter de la Euskal Jira. - Aitor Anuncibay