PAMPLONa - La Asociación Proderechos de Mujeres Maltratadas (Aprodemm) se encuentra abocada a la desaparición, con los recursos económicos bloqueados, ya sin ayudas públicas, desahuciados del local de Burlada en el que no podían pagar la cesión al ayuntamiento y con su presidenta y fundadora, Sagrario Mateo, ahora al margen de la asociación y señalada por un grupo de socios como la responsable de una gestión sospechosa. La bronca interna de esta asociación, que nació en 2006 y ha atendido a más de 800 personas, se originó después de que en octubre de 2014 Mateo decidiera modificar los estatutos de la asociación, un cambio que otorgaba más poder a la responsable y a sus órganos de representación, que permitió la expulsión de los socios ahora demandantes en mayo de 2015 y varió también los fines sociales.
El Juzgado de Primera Instancia 6 de Pamplona acogió ayer la vista por la demanda interpuesta por dichos asociados contra la modificación estatutaria así como contra su expulsión de Aprodemm, por considerarlos actos nulos de pleno derecho. Los demandantes entienden que los estatutos, en concreto doce artículos de los mismos, se modificaron sin que se convocara la asamblea general preceptiva (de hecho no se celebraban asambleas) y con ello se producía una “concentración de poder en la figura de la presidenta y del órgano de representación que está compuesto por tres personas sin posibilidad de que puedan formar parte de él vocales o tesoreros, restringiéndose a la dirección de la asociación”. Además, aseguraron que a Sagrario Mateo se le atribuía “un poder de disposición sobre los fondos de la asociación únicamente a la presidenta cuando en los estatutos originales se requerían al menos dos firmas”.
Asimismo, en función de la nueva base estatutaria y en el apartado de remuneraciones, que hasta ese momento no existían, dejaba de ser gratuito un único cargo, que era precisamente el de la presidenta. La misma, según los demandantes, cobraba un sueldo de en torno a 12.000 euros desde 2008 sin que estuviera aprobado por ningún órgano. Mateo reconoció que se puso un sueldo porque trabajaba las 24 horas para Aprodemm.
Además, en la misma demanda, los socios expulsados afirmaron que no se les informó con anterioridad de su expulsión, ni siquiera de los motivos de la misma, que atribuían a una “estrategia de acoso” de la presidenta contra los que cuestionaban su gestión. Mateo alegó que estaban perfectamente informados. En el acta de expulsión de estos socios la votación fue unánime a favor de esta decisión. Fueron nueve votos presenciales y 51 votos delegados. Sin embargo, en una entrevista a este periódico, Mateo declaró en su día que Aprodemm solo contaba con entre 10 y 20 socios. - E.C.