Madrid - El hielo del Ártico llegó a su punto anual de máximo retroceso el 10 de septiembre, alcanzando el segundo mínimo anual desde que existen registros por satélite en 1978.
Datos de la NASA y de la Universidad de Colorado en Boulder indican una superficie cubierta por el hielo en esa fecha de 4,14 millones de kilómetros cuadrados, empatado con el año 2007 como el mínimo anual segunda más baja en los registros por satélite.
La cubierta de hielo marino del Océano Ártico y los mares que lo rodean ayuda a regular la temperatura del planeta, influye en la circulación de la atmósfera y el océano, y tiene un impacto en las comunidades y los ecosistemas del Ártico. El hielo del Ártico se reduce cada año durante la primavera y el verano hasta que alcanza su punto mínimo anual. El hielo marino vuelve a crecer durante los meses de otoño e invierno, cuando el sol está por debajo del horizonte en el Ártico.
Este verano, la masa fundida del hielo marino del Ártico sorprendió a los científicos, cambiando el ritmo varias veces. La temporada de deshielo comenzó con un grado mínimo histórico anual máximo en marzo y una rápida pérdida del hielo en mayo. Sin embargo, en junio y julio, las bajas presiones atmosféricas y el cielo nublado ralentizaron la masa fundida. Entonces, después de dos grandes tormentas que pasaron a través de la cuenca del Ártico en agosto, el derretimiento del hielo del mar se aceleró hasta principios de septiembre.
“Es bastante notable que el mínimo medido en el mar de hielo este año haya terminado siendo la segunda más baja, después de la forma en que avanzaba la fusión en junio y julio -señaló Walt Meier, un científico del hielo marino en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA- son por lo general meses clave para la fusión, ya que es cuando tienes 24 horas al día de luz solar, pero este año hemos perdido impulso durante esos dos meses”. Pero en agosto, dos ciclones muy fuertes cruzaron el Ártico a lo largo de la costa de Siberia. Estas tormentas no tuvieron tanto impacto inmediato en el hielo marino como el gran ciclón de 2012, pero a finales de agosto y principios de septiembre había “una pérdida de hielo bastante rápida en los mares”. - Efe